La juez de Moscú Natalia Repnikova ha ordenado este martes, 2 de febrero de 2021, el inmediato ingreso en prisión del opositor Alexei Navalny, abogado y militante de los derechos humanos de 44 años, revocando así la libertad condicional de una condena de 2014. Navalny deberá cumplir ahora tres años y medio a los que se restarán los meses que pasó entonces en residencia vigilada.
Navalny ha dicho que su comparecencia de hoy tiene como objetivo «asustar a millones de rusos». Recordando los miles de detenciones efectuadas por la policía en las manifestaciones de los dos últimos fines de semana, Navalny ha dicho que cada vez más gente se dará cuenta de que es imposible detener a cientos de miles, e incluso a millones de personas, y dirigiéndose al presidente Vladimir Putin -a quien considera responsable del intento de envenenarle con un agente neurotóxico en agosto pasado- le ha dicho «Usted no podrá encarcelar a todo el país».
También ha recordado las investigaciones publicadas online hace unos días en las que implica a los servicios de inteligencia, FSB, en la organización y la puesta en práctica de su envenenamiento, al parecer impregnándole los calzoncillos con Novitchok en el hotel, cuando se encontraba en un viaje de campaña en la ciudad siberiana de Tomsk.
El vicepresidente de la Comisión Europea y alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, quien el próximo viernes debe visitar Moscú, ha pedido poder entrevistarse con Alexei Navlany. La respuesta del portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, es que sería una estupidez «ligar las relaciones entre Rusia y la UE con la suerte de un preso», negándose a pronunciar el nombre de Navalny, según una información de France-Presse.
Los partidarios de Navalny recuerdan que la sentencia de hoy se basa en otra de 2014 que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos denunció en su día. Para ellos, el presidente Putin «arroja a Navalny a la cárcel porque ha sobrevivido a su intento de asesinarle».
