Un nuevo análisis de sangre permite detectar las mutaciones genéticas en cantidades pequeñas de ADN liberado de las células cancerosas en la sangre. La investigación ha tenido lugar en la Universidad de Stanford (Estados Unidos) y ha sido publicada en «The Journal of Molecular Diagnostics». Mediante este análisis se podrá no solo detectar el cáncer sino mejorar el tratamiento personalizado de la oncología. La identificación de la presencia de células cancerígenas ha sido considerada tras la extracción a seis pacientes que padecían cáncer; cinco colorrectal y uno de vías biliares (colangiocarcinoma).
«Esta prueba es sencilla de configurar y analizar sin un entrenamiento extensivo y, por tanto, puede ser implementado por cualquier persona, lo que lo hace muy accesible a cualquier laboratorio. Ha sido realmente motivador trabajar con una tecnología que ayudará a transformar la forma en que supervisamos y tratamos a las personas con cáncer», ha zanjado la autora, Christina Wood Bouwens.
Esta investigación sumada a la prueba desarrollada por bioingenieros de la Universidad de San Diego (California) que localiza en qué parte del cuerpo está creciendo un tumor, hará que la investigación contra el cáncer avance notablemente. El método de esta universidad encontró una firma de ADN concreta: los haplotipos de metilación CpG dentro de las moléculas de ADN.
“Hicimos el descubrimiento por accidente. Buscábamos células cancerígenas para averiguar su origen, pero vimos también señales de otras células. Nos dimos cuenda de que si integrábamos los dos conjuntos de señales podíamos determinar la presencia o ausencia del tumor y dónde estaba creciendo. Esto no es más que una prueba de concepto. Necesitamos trabajar con oncólogos para optimizar y refinar el método antes de llevarlo a la fase del ensayo clínico”, advierte Kun Zhang, profesor en la Escuela de Ingeniería de la Universidad de California San Diego, y autor del trabajo.