Luis de Luis[1]
“Moby Dick” no deja de ser un largo ritual, un oficio para un difunto, una enorme ceremonia en la que el capitán Achab se inmola emocionalmente durante un largo paroxismo catárquico que le explica y justifica mientras espera la aparición de Moby Dick, la ballena que simboliza la fuerza de la naturaleza.
La ballena es el poder omnímodo, ciego y telúrico ante el que el capitán no solo no quiere someterse, sino que – aun sabiendo de su insignificancia, aun consciente de su fragilidad desafía – un hombre planta a un Dios.
Y esta es la historia de la figura trágica y heroica del Capitán Achab o, lo que es lo mismo, del Capitán Jose María Pou por que esta función no se explica, ni se entiende sin él.
Pou recorre incansable y poseído el escenario que se ha convertido en un altar, o, lo que es lo mismo, en la cubierta del Pequod, escoltado por los marineros Ismael o Queequeq (los versátiles y eficaces Jacob Torres y Oscar Kapoya) como testigos de su locura o, tal vez cordura.
El rumor de las olas de un mar negro y amenazador rodean a Pou mientras masculla como un animal herido su odio, mientras aúlla su ira, mientras se encamina a su segura muerte.
La desesperación de Pou, su intento por lograr encontrar una razón de ser ante el vacío, ante la nada, ante el sinsentido es conmovedor, es hiriente, es deslumbrante porque Pou/Achab está limpio, es puro, no cierra los ojos, no se engaña y sabe que no hay nada debajo de la nada.
Y no acepta.
Enorme función. Enorme interpretación.
Desgarradora e imponente, intensa hasta la incomodidad , hipnótica y agresiva, cercana e inverosímil.
Llamadle Pou.
- Luis de Luis es crítico teatral.
Ficha artística
- Reparto
José María Pou
Jacob Torres
Oscar Kapoya - Dirección: Andrés Lima
- Ayudante de dirección: Anna María Ricart
- Versión: Juan Cavestany
- Escenografía y vestuario: Beatriz San Juan
- Iluminación: Valentín Álvarez (AAI)
- Música original y espacio sonoro: Jaume Manresa
