A veces las tensiones diplomáticas pueden tener consecuencias geográficas. Como lo que ocurre en estos días en que Arabia Saudí amenaza con crear un canal de 60 kilómetros de largo y 200 metros de ancho que separe a la ahora península de Qatar del resto de los países del Golfo, convirtiéndola en isla.
Arabia Saudí acusa a Qatar, un pequeño país que cuenta con tan solo 2,3 millones de habitantes, de mantener relaciones con Irán, enemigo histórico de la monarquía wahabita, mientras éste se prepara para organizar la Copa del Mundo de fútbol dentro de cuatro años.
Según los medios de comunicación locales, el viernes 31 de agosto de 2018, un alto responsable saudí habló por primera vez de la creación de un canal que transformaría la península vecina de Qatar en una isla: “En tanto que ciudadano, espero con impaciencia los detalles sobre la construcción de la isla Salwa, un gran e histórico proyecto que cambiará la geografía de la región”, ha escrito en Twitter Saud al-Qahtani, consejero del príncipe heredero saudí Mohamed ben Salmán.
Según las mismas fuentes, Arabia Saudí ya ha puesto en marcha un mecanismo para recibir ofertas de empresas interesadas en la construcción del canal que, dicen las autoridades del país, “servirá para ofrecer actividades turísticas en la zona”.
En el pasado mes de abril, el periódico digital saudí Sabq, progubernamental, fue el primero en referirse al proyecto de cavar un canal, que partiría de la localidad de Salwa y alcanzaría los 60 kilómetros de la única frontera terrestre que existe entre Arabia Saudí y Qatar, tendría una profundidad de entre 15 y 20 metros y permitiría que pasaran barcos mercantes de distintos tipos. Una parte del canal, cuyo coste alcanzaría los 2,8 miles de millones de riads (750 millones de dólares), se reservaría para instalar una planta de gestión de residuos nucleares.
Este proyecto es el último episodio de las fuertes tensiones existentes desde hace catorce meses entre Qatar y otros cuatro países árabes -Arabia Saudí, Emiratos Arabes Unidos, Bahrein y Egipto- que le acusan de apoyar a “movimientos terroristas” y de acercarse cada vez más a Irán; acusaciones que Qatar ha negado repetidamente.
Según el periódico israelí Makkah (Meca), hay ya cinco empresas interesadas en la construcción del canal y en este mes de septiembre se dará a conocer el nombre de la elegida.