Un estudio dirigido por Anika Grüneboom, científica de la Universidad de Duisburg-Essen (Alemania), ha revelado la existencia de unos canales que comunican regiones del interior de los huesos, el llamado endostio, con el exterior, periostio.
Este sistema de canales que atraviesan los huesos largos perpendicularmente a su eje principal conectan el interior con el exterior del hueso compacto y esos conductos son el camino que los neutrófilos toman a la hora de defenderse de la inflamación. Aunque en la averiguación se han utilizado roedores, se sabe que los humanos tienen los mismos conductos y por tanto, se ha deducido que no solo en los huesos largos sino en el cráneo y en la superficie del cerebro y además confirman existen conexiones entre la médula y el líquido sinovial.
Esta averiguación que ha sido publicada en la revista Nature Metabolism, confirma que los vasos transcorticales (TCVs por sus siglas en inglés) son claves para el paso de células, la reabsorción del hueso y la regulación de la inflamación. El descubrimiento de un sistema circulatorio en el interior de los huesos largos de los ratones permitirá buscar tratamientos específicos para espondiloartropatías y reconsidera la anatomía de los huesos, su fisiología y por tanto su funcionamiento.