El juez Baltasar Garzón ve con «honda preocupación» cómo la libertad del periodista y escritor sueco turco Hamza Yalçin se ha visto cercenada al ser detenido por la policía española en cumplimiento de una orden de detención internacional emitida desde Turquía, acusado de delitos relacionados con el terrorismo.
Baltasar Garzón considera aún «más inquietante» que el futuro de Yalçin esté pendiente de una extradición que le enviaría a un país sobre el que estos momentos penden serias dudas acerca del respeto a los derechos humanos y al cumplimiento de los convenios internacionales que salvaguardan la vida y la dignidad de las personas, y señala como especialmente relevante a este respecto la suspensión de la Convención Europea de Derechos Humanos hace ya un año.
«Desde el presunto golpe fallido de 15 de julio de 2016, el presidente Erdogan ha encarcelado a centenares de funcionarios, militares, periodistas, docentes, jueces, fiscales, profesionales y ciudadanos de toda condición, sin que tengamos noticias de que se estén aplicando garantías legales en estas acciones y sin que los gobiernos de otros países no den más que una respuesta laxa, en algunos casos, a tal situación», señala una comunicación de la Fundación Internacional Baltasar Garzón.
La acusación de “delitos de terrorismo” es un argumento utilizado de forma recurrente por el gobierno que preside Recep Tayyip Erdoğan para eliminar a los informadores cuyo trabajo es contrario o molesto para quienes dirigen el destino de Turquía. El futuro que le espera a Hamza Yalçin si la extradición se cumple y es deportado, no contempla garantía alguna de legalidad y plantea en cambio muchas incertidumbres sobre el riesgo que pueda sufrir su integridad personal.
Para Baltasar Garzón, «el estado de cosas en ese país lleva a pensar que asistimos a un atentado contra la libertad de expresión e información y un arbitrario abuso contra los derechos de las personas, y es por tanto inadmisible la idea de que España entregue al escritor Yalçin a un régimen que inspira serias dudas sobre su respeto a los derechos humanos».
Desde la Fundación Internacional Baltasar Garzón se expresa apoyo a Hamza Yalçin, y se ofrece colaboración a las autoridades suecas, además de unirse a todas las organizaciones que están expresando su protesta y solidaridad y se han dirigido a las autoridades españolas para que no cedan a las exigencias de Turquía, liberen a Hamza Yalçin y le concedan la protección precisa para que no se vea deportado y sus derechos pisoteados.
