La red saharaui de defensa de los derechos humanos ‘Equipe Media’ ha denunciado la muerte en el hospital Hassan II de Agadir del activista saharaui Brahim Saika, detenido el pasado 1 de abril en su casa familiar, en la avenida Mokhtar Soussi del barrio Nouader en Guelmim, sur de Marruecos.
Miembro destacado de la coordinadora de desempleados saharauis, según la organización, Brahim Saika fue apresado por la policía marroquí cuando se disponía «a participar en una manifestación pacífica convocada por la Coordinadora de Desempleados saharauis en esa ciudad».
«Inmediatamente después de su detención, en el interior del coche patrulla, Saika fue agredido, insultado e interrogado, por lo cual inició una huelga de hambre indefinida y se abstuvo también de beber agua, a modo de protesta contra la injusticia y la humillación sufridas», explica la nota. En concreto, fue trasladado el mismo día de su detención a la cárcel de Bouzakaren donde sufrió malos tratos y tortura, a pesar de que era diabético e hipertenso. Durante los interrogatorios, el detenido fue amenazado de muerte si no se arrepentía y pedía perdón «por ensuciar la imagen del país en el extranjero» diciéndole que nadie «vendría en su socorro ni siquiera Amnistía Internacional y otras ‘organizaciones fantoches’”.
Desde el 6 de abril permanecía en la sala de recuperación del hospital, donde ha fallecido el viernes 15 de abril de 2016.
El pasado día 5 estaba prevista su presentación ante el tribunal de primera instancia de Guelmim. La vista fue aplazada a solicitud de sus abogados y un día más tarde, el 6 de abril, su estado de salud se había deteriorado mucho y fue ingresado, ya grave, en el hospital de Guelmin, para luego ser trasladado al hospital provincial Hassan II de Agadir.
Tras conocerse el deceso, un centenar de estudiantes se concentró frente al hospital Hassan II de Agadir para protestar por su muerte. Las autoridades sanitarias del hospital se han negado a hacer una autopsia que certifique el motivo de la muerte, a pesar de la reiterada petición de los familiares. Su hermana Jadiya señaló que habían presentado una denuncia ante la fiscalía y otras fuentes apuntan que murió de una hemorragia interna.
El Gobierno de Marruecos, a través de la fiscalía de Agadir, ordenó una investigación sobre la muerte añadiendo que la policía lo acusó de «insultos y violencia a funcionarios públicos en ejercicio», en referencia al forcejeo con los agentes. El director del hospital dijo a su familia que había fallecido por «la mordedura de una rata».
Saika de 32 años era licenciado universitario con máster en sociología y ya había sufrido otra detención en el 2008 cuando era estudiante en la universidad de Marraquech.
Este hecho coincide con la concentración celebrada el sábado 16 en Madrid por la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sahara (CEAS-Sahara) frente a la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación con el objetivo de solidarizarse con los «presos políticos» saharauis y exigir al Gobierno otra política respecto al pueblo saharaui. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Brahim Saika.
También el pasado jueves 14 todos los grupos parlamentarios del Congreso, salvo el PP, firmaron una declaración de apoyo al pueblo saharaui, en la que se pide al Gobierno en funciones que asuma un papel más activo como miembro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en la búsqueda de una solución urgente, justa y definitiva al conflicto.
La declaración, que consta de tres puntos, declara el apoyo al pueblo saharaui, con la disposición de impulsar los esfuerzos necesarios en la búsqueda de una solución al conflicto del Sahara Occidental, reiterando el reconocimiento de su derecho a la libre determinación en el marco de los principios y disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas.
