Este lunes 3 de junio de 2013 ha tenido lugar la presentación de esta nueva monográfica del Thyssen en rueda de prensa, a la que ha asistido la propia baronesa Thyssen, acompañando al director artístico del museo y comisario de la exposición, Guillermo Solana.
Es bastante excepcional que la baronesa se implique en esta clase de actos, pero en esta ocasión ha querido respaldar al pintor, padre del impresionismo, que quizá por circunstancias de su carácter, no llegó al grado de reconocimiento y fama que otros contemporáneos suyos, entre otros su discípulo Monet. La muestra tiene como uno de sus objetivos, hacer justicia a Pissarro, redactor de los estatutos del movimiento impresionista, iniciador de las exposiciones del grupo y el único que participó en todas ellas, ocho en total, desde 1874 a 1886.
El hecho de que en la producción de la muestra haya participado únicamente el equipo del propio museo y que para la misma hayan cedido sus obras museos y colecciones de todo el mundo, constituye un apoyo a la importancia internacional de las colecciones del Thyssen. Son 79 obras expuestas, de ellas dos pertenecen al museo y cuatro a la colección Carmen Thyssen. Estarán en Madrid hasta el 15 de septiembre de 2013 y a partir del 15 de octubre en el Caixa Forum de Barcelona.
Por cierto, una de las obras expuestas perteneciente a la colección Thyssen, la rue St. Honoré sous l’effet de la pluie, lleva algún tiempo siendo objeto de polémica, no por razones artísticas, es una obra maestra absoluta del impresionismo, sino porque los herederos de la familia Cassirer, residentes en California, han reclamado la propiedad del cuadro basándose en que fue expropiado por los nazis en los años treinta del siglo pasado. El gobierno alemán indemnizó en 1958 a los miembros de la familia desposeídos y su adquisición posterior por parte del barón Thyssen está legalmente documentada. Esta reclamación ante un tribunal californiano por los descendientes de las personas indemnizadas crea polémica y revaloriza el cuadro, que realmente es una maravilla, el efecto de la lluvia es tan perfecto que transmite toda su realidad al espectador. El Museo Thyssen ha emitido una nota de prensa en la que documenta exhaustivamente todas las circunstancias que rodean al cuadro y la propiedad legal del mismo por el Estado Español.
73 de las obras exhibidas no se habían visto antes en España. La muestra está organizada cronológicamente y pone en valor una trayectoria personal y artística de la que Guillermo Solana afirma que ‘Pissarro es inevitable’. Con esta exposición, «el público puede conocer en profundidad a Pissarro, figura con una gran personalidad, muy interesante y con fuertes convicciones. Anarquista con ideas muy claras, fue el único que mostró una genuina voluntad de enseñar». Su influencia puede considerarse decisiva en la fundación de la modernidad, pero como tantas veces ha sucedido a lo largo de la historia, fue eclipsado por Monet, más seductor, más comercial, más concreto y directo en la relación de su pintura con el público.
Solana nos define las diferencias en los dos pintores: “Monet era un torrente, Pissarro era un hombre tranquilo, a quien no interesaba viajar, más bien permanecer y profundizar en un sitio”. Para Pissarro el campo era “un lugar de vida, de trabajo donde los campesinos eran los protagonistas. Para Monet el campo era un lugar de ocio para las gentes de la ciudad”. Monet es el pintor del agua, Pissarro el de campos y huertas sembrados. Siendo los dos genuinamente impresionistas, Monet con su temática del agua supo crear su propio campo de atracción.
Tras una introducción en la que se exhibe una autorretrato del artista fechado en el año de su muerte, 1903 y una paleta donde pintó una escena campestre con los colores del arco iris, la exposición va recorriendo los lugares donde vivió y trabajó, siempre con el paisaje como tema relevante. Su estancia en Louveciennes, donde los dos, Pissarro y Monet “inventaron” el impresionismo mano a mano entre 1869 y 1872. Siguen su vida y obra realizada en Pontoise donde se relacionó con Cézanne en términos de diálogo artístico. Dos retratos de su mujer y su hija pintados en este período de su vida son la excepción a su lenguaje habitual.
En su última etapa vivió en Éragny, 1884-1903, pueblo pequeño donde pinta un mundo rural, ‘menos innovador, menos ambicioso, más limitado’ donde quizá se nota un descenso en cuanto a originalidad pictórica, siempre según Guillermo Solana.
La muestra termina con las vistas de las ciudades, ‘en un trabajo más experimental’ a las que va a dedicar sus últimos años, en los que padece una enfermedad ocular. Entre estas está la mencionada de la rue St. Honoré, objeto de querella de la familia Cassirer contra el Estado Español y la Fundación Thyssen Bornemisza por su propiedad. Aunque un juzgado de California desestimó la demanda en 2012, la familia ha recurrido la sentencia, por lo que el procedimiento sigue activo.
La Fundación está segura de ser la única y legítima propietaria del cuadro. La querella actual está seguramente relacionada con el precio de mercado del cuadro en cuestión en 1958, cuando el gobierno alemán indemnizó a la familia expropiada y el precio actual de esa obra maestra. ¡Debe haber una gran diferencia!
Ficha de la exposición:
- Título de la Exposición: Pissarro.
- En: Museo Thyssen Bornemisza, Paseo del Prado 8, Madrid.
- Producción: Museo Thyssen Bornemisza.
- Comisario: Guillermo Solana.
- Fechas: del 4 de junio al 15 de septiembre 2013.