Ileana Alamilla[1]
En julio de este año, periodistas de varios países aprovecharon una inusual oportunidad para dirigirse al Consejo de Seguridad de la ONU, con el fin de solicitar medidas ante el creciente número de reporteros asesinados en el mundo.
El premiado corresponsal de la AFP en Somalia, Mustafa Haji Abdinur, dijo a los 15 embajadores del Consejo que es un “hombre muerto caminando”, por los peligros que enfrenta al cubrir el conflicto en su país.
Cuando un periodista muere, la noticia muere con él, dijo Abdinur, quien pidió justicia para casi mil periodistas asesinados en el mundo desde 1992; en 2012 fueron 18 los reporteros muertos. «Hoy estoy aquí simplemente porque tengo suerte, porque quienes mataron a tantos de mis colegas, mis amigos, todavía no me han encontrado», dijo Abdinur, ganador del Premio Internacional a la Libertad de Prensa de la Corte Internacional de Justicia, en 2009.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), con sede en Nueva York, estimó que 28 reporteros habían sido asesinados en el primer semestre del 2013. Hoy, el número se ha incrementado, nuestra región sumó víctimas a esa cifra.
En la sesión donde esos profesionales de la información fueron escuchados se señaló que si no se hace justicia ante esos crímenes, la violencia sistemática contra la Prensa se prolongará; el periodismo se ha convertido en una profesión de alto riesgo.
De acuerdo con la Red por el Intercambio Internacional por la Libertad de Expresión (IFEX), en nueve de cada diez casos los autores de esos crímenes nunca son procesados. La impunidad, que puede definirse en estos casos como la incapacidad para llevar ante la justicia a los autores de violaciones de derechos humanos, perpetúa el ciclo de la violencia contra los periodistas, señala esa Red, la más grande en el mundo, con presencia en más de 60 países.
En el Plan de Acción de la ONU sobre la Seguridad de los Periodistas y la Cuestión de la Impunidad hay consideraciones relativas al derecho humano de libertad de expresión y, especialmente, libertad de prensa, en el sentido de que es imposible que haya una ciudadanía informada, activa y comprometida si hay ausencia de estos derechos. Indica que la promoción de la seguridad de los periodistas y la lucha contra la impunidad no deben limitarse a adoptar medidas después de que hayan ocurrido los hechos. Se necesitan mecanismos de prevención y medidas para resolver algunas de las causas profundas de la violencia contra ellos (as).
La Unesco ha abanderado este tema y formuló un plan de acción para el conjunto de las Naciones Unidas sobre temas de seguridad. Atendiendo a ese mandato, la entidad ha llevado a cabo varias iniciativas. Una de las más recientes es el anuncio de un estudio mundial sobre la violencia contra las mujeres periodistas, en alianza con el Instituto Internacional para la Seguridad de la Prensa (INSI), que tiene como objetivo examinar la situación mundial de las periodistas y la naturaleza de los peligros a los que se enfrentan en el desempeño de su trabajo.
En Guatemala, la Unesco, en alianza con Cerigua, ha estado trabajando, para fortalecer capacidades en mecanismos y herramientas nacionales e internacionales para la seguridad en el ejercicio de los periodistas y para informar sobre el funcionamiento de las instituciones del Estado vinculadas a la seguridad y justicia. Esta iniciativa está dirigida a periodistas departamentales, quienes conocerán elementos para su defensa y actuación cuando sean víctimas de agresiones.
- Ileana Alamilla, periodista guatemalteca, fallecida en enero de 2018.
