Diremos de entrada que Israel tiene derecho a la seguridad de sus ciudadanos dentro de las fronteras acordadas por las Naciones Unidas el 29 de noviembre de 1947, y que Hamas viola ese derecho desde el momento en que no lo reconoce y más aún cuando lanza cohetes y morteros contra su territorio, para poder decir con la tranquilidad de no ser mal entendido que en la Operación Margen Protector de Israel lanzada por Benjamín Netanyahu se están vulnerando todos los códigos, leyes y principio que corresponden a una nación civilizada y que la decisión de Naciones Unidas de acusar de crímenes contra la humanidad a Israel es la menor de las que deberían tomar en ese foro universal.
Diremos de entrada que Estados Unidos es mejor país cuando lo preside un demócrata, que pensaba que los EEUU no estaban preparados para tener como presidente a un negro o a una mujer y por eso quede gratamente sorprendido con los resultados de las primarias primero, con Hillary Clinton, y de las presidenciales después, para poder decir con la tranquilidad de no ser mal entendido que Barack Obama está siendo cómplice necesario en los crímenes contra la humanidad que está cometiendo Israel en Gaza.
Diremos de entrada que Michelle Obama está desempeñando su papel de primera dama con más decisión de la habitual en favor de causas que defienden el medio ambiente y los derechos humanos, para poder decir con la tranquilidad de no ser mal entendido que se echa de menos una aparición pública con una fotografía de los niños que están siendo masacrados en Gaza y una pancarta pidiendo a su marido que ponga fin a esa barbaridad, como hizo con las adolescentes secuestradas en Nigeria.
Y no puedo decir nada positivo de entrada del Gobierno de España porque es de todos conocida la situación a la que está llevando al país y a sus ciudadanos, así que no hay problema de malos entendidos al decir que nos avergüenza que las pocas declaraciones que se ha conseguido obtener del ministro de Exteriores y del propio presidente Rajoy sean lamentaciones sobre la pérdida de vidas humanas y de apoyo al “derecho de autodefensa” de Israel bombardeando escuelas y hospitales y dinamitando bloques de casas.
Y sí hay que valorar la decisión de los países americanos que han llamado a sus embajadores en Israel a consultas para expresar con la mayor contundencia diplomática posible la repulsa que merece la matanza de civiles y la destrucción de infraestructura vitales de Gaza, iniciativa que ya deberían de haber tomado los países de la Unión Europea, en lugar de esa abstención vergonzante en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas cuando se votó la resolución sobre Israel.
Y, finalmente, hay que lamentar que Pilar Manjón, madre de un hijo asesinado por el integrismo islamista en el atentado del 11-M en Madrid, y quien lleva batallando todos estos años por las víctimas del terrorismo, pero también para combatir el odio, reaccione visceralmente ante el cúmulo de frustración, vergüenza, impotencia con la que los ciudadanos de bien están viendo cómo se desarrollan los acontecimientos en Gaza y que quien podría evitarlo no lo hace, y esperar que la embajada de los EEUU en España no cometa el mismo error que la de Israel con la periodista de TVE Yolanda Álvarez, de acusar de portavoz de Hamas a quien denuncia la barbarie que padecen los ciudadanos palestinos.
Echaba en falta que la prensa reparta tortas, políticamente correctas, en este conflicto. Nadie está totalmente libre de culpa, salvo los ciudadanos, que son los que ponen los muertos. Como en todos los conflictos, por supuesto ¿Cuantos asesinatos más hacen falta para solucionar esto?
Muchas gracias, Rafael!