Cerca de un millón y medio de conductores con alguna discapacidad se ven afectados por las gasolineras en donde no existe la atención al cliente según ha observado el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI).
El estudio del CERMI acredita con estos datos la vulneración de la legislación europea y española y la falta de accesibilidad a las personas con discapacidad. La existencia de estaciones de servicio desatendidas vulnera la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea ya que se incumplen los artículos 20, 21 y 26, que garantizan la igualdad ante la ley de todas las personas, la no discriminación por razón de discapacidad y el derecho de las personas con discapacidad a que se adopten las medidas necesarias que garanticen su autonomía y participación en la vida de la comunidad.
De igual forma, se hace referencia a la estrategia europea sobre discapacidad 2010-2020 que supone un compromiso renovado para una Europa sin Barreras. Es por tanto necesario que tanto a nivel estatal como autonómico se garantice este servicio y se hagan los cambios oportunos para respetar la igualdad de condiciones de las personas con discapacidad.
Según el estudio de accesibilidad de las mismas, el modelo de autoservicio supone que se excluya a un colectivo que en el caso de ir sin acompañante no puede hacer uso del surtidor porque no existe un operario que le pueda ayudar. Las estaciones de servicio actuales que existen en España, cuentan con un personal que bien atiende y cobra u otra que solamente cobra. Prescindir del personal en los casos de autoservicio supone que el consumidor se llene el depósito, y en algunos casos, hasta que pague desde el mismo coche con alguna aplicación ex profeso diseñada para ello.
Esto hace que las 2.022.400 personas con discapacidad que no posean un vehículo adaptado queden confinadas en su propio coche porque nadie les prestará ayuda. Solamente hay que señalar, que 173.200 personas disponen de un coche adaptado, con lo cual, los problemas de movilidad son muy importantes aunque imperceptibles para el resto de los conductores.
El CERMI reclama en su informe que las estaciones de servicio y gasolineras de las ciudades tengan elementos necesarios para garantizar el repostaje y el uso de las instalaciones incluidos los servicios que no siempre están abiertos o sirven de almacén de la propia gasolinera.
Asimismo se hace referencia a las estaciones independientes que cuentan con precios más bajos y tampoco están atendidas. Entre las mayores dificultades que se enfrenta una persona con discapacidad son el alzado de la manguera que no siempre es accesible, la manipulación de la misma en los surtidores y la altura a la que están dispuesta. Si no son automáticas, deberían disponer de un persona de atención que ayudara a conductores con discapacidad que no pueden autoabastecerse.
Además de ser reconocibles a distancia, las gasolineras deben ser accesibles en el resto de los elementos descritos de forma que se garantice el servicio a todas las personas, con y sin discapacidad en igualdad de condiciones y se debe facilitar el acceso y movimiento así como los cambios de nivel, rampas, etc. para evitar riesgos innecesarios.
En el documento en donde se extraen otros datos de las estaciones de servicio y la accesibilidad, supone que todos los elementos del surtidor deben ser accesibles, deben permanecer localizados y deben tener distancias mínimas que procuren la utilización de personas con discapacidad en igualdad de condiciones a las personas sin ella.
Esto supone también que los sistemas de información visual y táctil de los carteles y otros sistemas de información apliquen los criterios recogidos en el proyecto de la Norma PNE 170002 de accesibilidad para la rotulación de diciembre de 2008 para otras discapacidades sensoriales.
