La ajedrecista libanesa Sally Hamadeh, de once años, se retiró de la quinta ronda del Campeonato Mundial de Ajedrez sub-12 que se celebra en Batumi, Georgia, tras conocer que se tenía que enfrentar a una oponente israelí, Tamar Barazovsky.
El jefe de la delegación libanesa, Jamal Shamiya, comentó que la retirada «se produjo en el contexto de la nacionalidad del jugador que se suponía que enfrentaría a Sally», añadiendo que «no hay reconocimiento del enemigo ni normalización con el ocupante de Palestina».
Lo sucedido es lo mismo que hizo hace un mes su compatriota, Nadia Fawaz, de doce años, campeona de ajedrez que se retiró de la cuarta ronda del 28º Festival Abierto Internacional de Abu Dabi, el 24 de agosto, después de que la clasificación la enfrentara a un jugador israelí, Ilya Gruzman, de veinte años, en su cuarta ronda.
Fawaz afirmó que preferiría perder campeonatos antes que competir con jugadores israelíes en lides que implican el reconocimiento de la ocupación.
Además, puntualizó que no esperaba que el sorteo la colocara contra un competidor israelí que era el único entre los 150 jugadores del campeonato que representaban a 36 países.
Previamente había ganado sus partidas contra Wafa Yaqoob (Brunei), Saleh Al Abdali Zayeb (Arabia Saudí) y Wafia Darwish Al Maamari (Emiratos Árabes Unidos). Finalmente acabó en el puesto 81 de 150 participantes, no obstante, muy por encima de su clasificación inicial, en la que figuraba como 143.
La campeona libanesa de ajedrez comentó que apenas recibió el cronograma, llamó a sus padres y les informó que no competiría. «Si hubiera jugado esta ronda, habría traído la desgracia a mi familia y a mí misma, mientras que la decisión que tomé me trajo dignidad y el amor de la gente», declaró a un medio de su país.
Además enfatizó que «la gente estaba orgullosa de mí y feliz con la decisión que tomé, y les agradezco su cariño», indicando que «mis amigos me alentaron mucho y estaban felices con mi decisión. Todos me llamaron y me felicitaron por mi postura».
En un mensaje, la niña llamó a los jóvenes libaneses a amar a su país, animándolos a tomar una decisión similar a la de ella si alguna vez se encuentran en la misma situación.
El presidente de la federación libanesa de ajedrez, Khaled Bdeih, justificó la postura de Fawaz, señalando que tomó la decisión como un acto de solidaridad con el oprimido pueblo palestino. También criticó a los países árabes por normalizar las relaciones con el estado ocupante, Israel.
También durante su discurso con motivo del cuarenta aniversario de creación del grupo chií Hizbulá, su secretario general, Sayyed Hassan Nasrallah, expresó: «Nuestra apuesta está en los jóvenes como (…) Nadia Fawaz, que se negó a competir contra los israelíes».
Con su decisión, estas dos ajedrecistas se unieron a otro compatriota, un niño, Mark Abou Deeb, de ocho años, quien hace tres años se retiró en España del Campeonato Mundial de Ajedrez sub8, celebrado en Santiago de Compostela y que también recibió los elogios de Nasrallah.
Precisamente en territorio español se vivió otro boicot el pasado mes de mayo por parte de un jugador de Kuwait frente a un rival israelí.
Denuncia israelí a FIDE
Por este motivo, la asociación de Abogados por Israel ha solicitado recientemente a la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) que tome medidas contra la jugadora libanesa Nadia Fawaz.
La FIDE dijo que estaba revisando la queja de que la retirada infringió las propias reglas de la organización y también fue en contra de la ética del deporte.
«Pedimos que la FIDE muestre su liderazgo sobre este incidente», dijo el colectivo de abogados (Uklfi), que también solicitó medidas sobre la delegación libanesa y la Federación Libanesa de Ajedrez. «Si no quiere que sus eventos se vean socavados por los objetivos políticos de otros, debería tomar medidas ahora sobre este caso».
El grupo de abogados dijo que la retirada también planteó problemas de protección: «Los políticos y adultos de la delegación parecen estar imponiendo su voluntad a los jugadores jóvenes, cuestión que debería preocupar mucho a FIDE».
Hay que recordar que el recientemente reelegido presidente de FIDE, el ruso Arkady Dvorkovich, ofreció en un viaje a Israel todo su apoyo para erradicar el antisemitismo asegurando que los jugadores israelíes tendrían derecho a competir en todos los torneos oficiales organizados por el organismo que preside.
No obstante, activistas israelíes acusan a la FIDE de mirar hacia otro lado con los constantes boicot a los jugadores de Israel por parte de jugadores árabes para evitar controversias. De hecho, los organizadores de torneos intentan evitar por todos los medios emparejar a un israelí con un árabe o iraní.
Curiosamente, Arabia Saudí se ha convertido en el primer país árabe en obtener un puesto en el Consejo Asesor de la FIDE. El puesto lo ocupará el presidente de la Federación Saudí de Ajedrez (SCF), Abdullah Salem Al-Wahshi.
El Consejo Asesor supervisa todas las decisiones y reglamentos relacionados con las federaciones de ajedrez y se considera la máxima autoridad asesora de FIDE.
En 2017, Arabia Saudí no permitió la presencia de jugadores israelíes en el Campeonato mundial de ajedrez rápido y relámpago (blitz) celebrado en Riad