James Blassingame y Sidney Hemby, dos agentes de policía que habitualmente prestan servicio en el Capitolio, en Washington, han presentado una denuncia contra el expresidente Donald Trump «por incitar al violento asalto del pasado 6 de enero de 2021» contra la institución, que es uno de los edificios más emblemáticos de la historia de Estados Unidos.
Los dos policías aseguran que «sufrieron daños físicos y psicológicos» durante los enfrentamientos, según ellos fomentados por el ultraconservador y xenófobo presidente republicano Trump, quien estaba viviendo el final –«patético y caótico» (Libération)- de sus días en la Casa Blanca y se negaba reiteradamente a reconocer que el demócrata Joe Biden le había derrotado en las elecciones de noviembre de 2020.
En las primeras horas de la tarde de aquel 6 de enero, cientos de partidarios de Trump asaltaron el Congreso interrumpiendo la sesión en que se estaba certificando la victoria de Joe Biden, tras forzar varias barreras y cordones policiales, claramente insuficientes.
Los amotinados se sentaron en la mesa presidencial del Congreso e invadieron los despachos de varios congresistas, en los que robaron objetos…
En la rotonda del Capitolio la policía utilizó gases lacrimógenos contra los asaltantes, y en el tumulto murió una mujer alcanzada por un disparo.
Solo varias horas más tarde, y después de que el alcalde de Washington decretara un toque de queda a las 18:00 hora local, la policía –que tuvo que pedir la ayuda de la Guardia Nacional para reprimir el asalto- pudo evacuar a los congresistas, establecer barricadas protegidas pistola en mano por agentes y garantizar que el Capitolio era «seguro».
Antes de que se iniciara el asalto, Donald Trump se había dirigido a sus miles de seguidores concentrados en torno a la Casa Blanca. «No cederemos nunca», les dijo antes de animales a «ser fuertes» y a manifestar su descontento ante el Capitolio.
Tras animarles a «marchar hacia el Congreso», Trump pidió a sus partidarios que evitaran la violencia, aunque en ningún momento les dijo que abandonaran el lugar. En un vídeo publicado poco después- que luego sería retirado de Facebook y Twitter, redes que suspendieron temporalmente las cuentas de Trump-, repitió que le habían «robado» el resultado electoral y que comprendía «el dolor» de sus seguidores.