Denunciar el acoso sexual en Egipto es un delito y Amal Fathy lo va a pagar con los dos años de cárcel a que ha sido condenada, informa Amnistía Internacional (AI), que esperaba poder celebrar la puesta en libertad de la joven.
Un tribunal egipcio acaba de confirmar la condena de dos años de cárcel impuestos a la defensora de los derechos humanos y militante del Movimiento del 6 de abril Amal Fathy, que le fue impuesta por publicar en Internet, el 9 de mayo de 2018, un vídeo de doce minutos de duración en el que acusaba a las autoridades del país de no luchar contra el acoso sexual, que ella misma ha sufrido.
«Esta sentencia es una parodia de justicia y debería pesar sobre la conciencia de las autoridades egipcias – dice AI en un comunicado- El momento elegido para confirmar la sentencia es particularmente cruel ya que hace solamente unos días que Amal Fathy ha podido regresar junto a sus familiares».
Amal Fathi, de 34 años, fue detenida el 11 de mayo de 2018 junto a su marido, Mohamed Lotfy, exinvestigador de AI y actual director de la Comisión Egipcia para los derechos y las Libertades. Unos policías irrumpieron en el domicilio de la pareja en El Cairo y se llevaron al matrimonio, y a su hijo de tres años, a la comisaría más cercana.
El marido y el niño quedaron en libertad tres horas más tarde mientras que la mujer ha permanecido en arresto preventivo hasta hace unos días en la comisaría de Maadi, un barrio del sur de la capital egipcia.
Para AI, “la condena por expresar pacíficamente sus opiniones constituye una afrenta a la libertad de expresión que sin embargo está garantizada en la Constitución egipcia”.
En junio de 2015, la policía impidió que Mohamed Lofthy tomara un vuelo a Alemania y le confiscó el pasaporte, que retuvo durante dos años.