Nuestro organismo depende de descansar adecuadamente para que nos sintamos bien. De lo contrario, las consecuencias se harán notar.
Cuando se habla del cuidado de la salud, normalmente se menciona lo importante que es mantener una dieta equilibrada o hacer ejercicio. Sin embargo, suele dejarse a un lado el tema del descanso, a pesar de que es fundamental para que cuerpo y mente estén en sintonía y funcionen de una manera correcta. No hay más que pensar en la última noche que no dormimos para darnos cuenta de ello. Si esto se repite a menudo, la salud se verá afectada de forma muy significativa. Por lo que cuidar del descanso es esencial para nuestro bienestar. Veamos algunas ayudas útiles.
Relajarse antes de irse a dormir
Uno de los factores que pueden influir negativamente en el sueño es llevarse a la cama los problemas del día. O irse a dormir pensando en todo lo que hay que hacer al día siguiente. La mente no se puede concentrar y las interrupciones del sueño son frecuentes, haciendo que al llegar la mañana sintamos un agotamiento bastante intenso.
Procura ir a la cama con la mente despejada de asuntos. Pensar en que no vas a poder solucionar nada en estos momentos puede ayudar. También tomar algo caliente, como una infusión. En aromas de té puedes encontrar una gran selección de estas, algunas de ellas preparadas específicamente para ayudar a la relajación.
Es verdad que este posiblemente sea el punto más difícil de trabajar para favorecer el descanso, ya que normalmente estamos sometidos a mucha presión. Por ello, si no lo logramos alguna vez, no nos demos por vencidos y sigamos tratando de convertir la hora del sueño en un ejercicio de tranquilidad. Tampoco es cuestión de obsesionarse, porque lo único que lograremos será añadir una nueva preocupación a la lista. Vivir en paz y ser conscientes de que hay cosas que no podemos solucionar por nuestros propios medios también es importante para dormir con tranquilidad.
Cuidar la superficie de descanso
Si la cama en la que dormimos no es la adecuada para nosotros, tampoco lograremos descansar bien. A menudo tenemos colchones o almohadas muy viejos, que no nos ayudan a cuidar de nuestra salud. También puede pasar que la superficie sea demasiado dura o demasiado blanda para nuestro cuerpo, ya que no somos todos iguales. El resultado es un suelo de mala calidad, que nos hace levantarnos de mal humor y no poder concentrarnos en las cosas cotidianas.
Lo ideal es poder tener un somier articulado y un colchón con la dureza adecuada, que haga que nuestra espalda esté en una posición cómoda para dormir.
La cena, ligera y tiempo antes de acostarse
Las cenas demasiado abundantes están totalmente desaconsejadas si quieres dormir bien. Tampoco puedes irte a la cama justo después de cenar, porque el cuerpo necesita algo de tiempo para hacer la digestión y si está trabajando mientras duermes, no podrás descansar bien.
Por ello, haz una cena ligera al menos una hora antes de dormir para que puedas disfrutar de un sueño reparador.
Descansar bien ayuda a verte mejor
Aunque no lo creas, el descanso influye directamente en tu estado físico de forma visible. De hecho, dormir bien es uno de los consejos complementarios más efectivos cuando se busca un tratamiento para eliminar el acné o para cuidar el estado de la piel. La regeneración que se produce al descansar ayuda a que las células se renueven, permitiendo tener un mejor aspecto. Si quieres una piel radiante y luminosa, no hay crema que pueda compararse a una buena noche de descanso. Y es que la salud depende en gran medida de cumplir esta función corporal.
sin duda el descanso es lo más importante para encontrarse bien, luego sin dudarlo comer alimentación equilibrada y beber té 🙂
gracias por el artículo