El foro Crans Montana, Dajla y Zapatero

La participación del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero en el foro Crans Montana, en la ciudad saharaui de Dajla, -antigua Villa Cisneros española- ocupada por Marruecos, ha motivado la reacción airada del actual ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo.

Los medios oficiales de Marruecos llevan semanas defendiendo este foro -creado en Suiza al estilo Davos, de reflexión internacional- y los participantes que acudan desde el jueves 12 hasta el sábado 14 de marzo.

Zapatero es un asiduo de Marruecos, donde estuvo en noviembre de 2014 en Marrakech para participar en el II Foro Mundial de Derechos Humanos, el 5º Forum Medays en Tánger en 2012 o el 34 Forum (Moussem) cultural internacional en Asilah en julio de ese mismo año 2012. Además suele hacer visitas privadas a Tánger como también hiciera el expresidente español y también socialista Felipe González.

Recuerda el ministro español García-Margallo que celebrar “reuniones internacionales en territorios ocupados es ilegal conforme al derecho internacional” y está “en contradicción con los esfuerzos de la comunidad internacional para resolver el conflicto del Sahara Occidental”.

Añadir que la Unión Africana ha pedido cancelar el foro ya que considera que defiende una solución al conflicto del Sáhara contraria al derecho internacional.

La verdad es que no solo es la UA la que pide la cancelación del foro, sino también la Unión Europea, Unesco o la propia ONU que, como se sabe, desde el año 1991 mantiene en el Sáhara a la Minurso (Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental).

Habría que recordar la importancia de la palabra referéndum ya que desde el propio Gobierno de Marruecos y hasta los más partidarios del Sáhara marroquí saben que tiene que haber un referéndum. El problema es su contenido, Marruecos lo entiende como una simple ratificación de la situación existente y que pronto cumplirá 40 años. La clave es el censo evidentemente pero ese es otro tema.

Más detalles, como ya se ha escrito, Dajla vivió unos incidentes de orden público muy graves con siete muertos, iniciados precisamente en el campo de fútbol del equipo local en septiembre de 2011 y continuados en varios barrios que motivaron la movilización de los más de 60.000 soldados y fuerzas de seguridad que tiene Marruecos desplegados en la zona.

Otra cuestión, precisamente Dajla fue la ciudad elegida por el municipio de Tarifa el pasado 19 de enero para un convenio turístico y un futuro hermanamiento. El alcalde de Tarifa se llama Juan Andrés Gil actualmente elegido por el PP. Es un alcalde plagado de polémicas habiendo alcanzado la alcaldía por segunda vez, la última en el Partido Popular en 2011, tras haber pasado por otros tres partidos, como el Partido Andalucista, Izquierda Unida –donde fue candidato a la alcaldía conseguida el día de la votación en el Ayuntamiento con su único voto y el respaldo de los votos de los concejales del PP. Fue inmediatamente expulsado de IU – y el localista TAIP. El PP lo vuelve a presentar a la reelección en las municipales de mayo.

Gil, quien se fotografió con la vestimenta típica saharaui, justificó el acuerdo con Dajla diciendo que la “delegación tarifeña en Dajla también forma parte de la imagen nacional en el exterior, de la Marca España, un sello al que tanto aportamos en cada uno de estos encuentros y en cada visita y acuerdo sellado con los vecinos marroquíes”. Habría que preguntarse si Margallo sabía esto y también le parece legal que una ciudad española se hermane con una ciudad del territorio saharaui o es “contrario al derecho internacional” como afirma ahora el ministro.

Por su parte, la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sáhara) ha convocado una concentración de protesta ante la sede federal del PSOE. CEAS-Sáhara considera que, con su intervención en ese foro, el expresidente español se convierte en «cómplice de la ocupación marroquí del Sáhara Occidental».

Lo que parece evidente y suena a solemnizar lo obvio es lo dicho por el ministro de que España defiende para el Sáhara Occidental “una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable que prevea la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental en el marco de las disposiciones y conforme a los principios y propósitos de la Carta de Naciones Unidas”.