Se trata de una generación que quizá nunca llegue a saber lo que es un río de agua limpia, un bosque o el canto de los pájaros al amanecer.
Javier Sánchez-Monge: Un grupo de niños de un devastado emplazamiento del Sudeste Asiático, posa para mi cámara tras haberse reunido para jugar en el seno de una naturaleza totalmente devastada.
Se trata de las víctimas directas de esos pocos líderes y dirigentes mundiales que en sus alianzas en mor del poder económico han decidido explotar hasta el último de los recursos del planeta para el beneficio de unos pocos.
Se trata de las víctimas directas del cambio climático y de quienes nunca podrán comprender que el planeta devastado que se les ha entregado, había sido transformado en dinero para que unos pocos pudieran vivir en la mayor de las abundancias.
Se trata de una generación perdida, para quién ya nada valen las frívolas promesas internacionales para prevenir el cambio climático.
Y, por cierto, también se trata de un planeta, se trata del planeta que heredarán nuestros hijos.
