Pedro Marín del Valle
La democratización de la justicia española es uno de los grandes debes de la inmodélica transición española. La democratización del aparato judicial no solo no se realizó, sino que la inmensa mayoría de los jueces, magistrados y fiscales del franquismo continuaron controlando el aparato judicial, y situaron a sus cachorros para el relevo generacional, salvo algún honroso caso que se coló.
La mayoría de las reformas judiciales posteriores, han sido tibios cambios del código penal franquista, y sus leyes antidemocráticas.
Hoy, con la mayoría absoluta del PP, aquellos cachorros del aparato judicial franquista controlan todos los organismo judiciales de nuestra “desmocracia”, como son el Tribunal Constitucional, el Tribunal Supremo, el Consejo General del Poder Judicial, la Fiscalía Anticorrupción, la Fiscalía General del Estado, etc….., hasta las salas de la mayoría de los tribunales en pueblos y ciudades.
Así se ralentizan o paralizan las investigaciones y juicios sobre la Gürtel, Barcenas, Urdangarín, etc…., y todos aquellos en los que aparece, o pueda descubrirse el entramado de corrupción a gran escala creado por los posfranquistas desde los años 90.
La fiscalía anticorrupción es un organismo para dificultar las investigaciones judiciales que puedan levantar la liebre de los desfalcos realizados, y sus artífices.
Pero a nivel de la ciudadanía de a pie, cualquiera que tenga algún pleito en lo social, o penal, está sufriendo esta aniquilación de la justicia. La mayoría de los abusos cometidos por las empresas contra los trabajadores, son resueltos en favor de los explotadores, salvo rara excepción, además de la tardanza en resolverlos. No se abre ninguna investigación judicial contra las empresas que defraudan a diario a los trabajadores y al Estado, y que vulneran sistemáticamente los escasos derechos laborales que le quedan a los trabajadores.
Y si las reclamaciones o denuncias son sobre vulneración de derechos democráticos, contra cualquier administración, y al nivel que sea, ya no hablemos.
Con los recortes económicos, la lentitud de la justicia ha aumentado exponencialmente, ampliándose aún más la injusticia de la justicia.
Ante esta realidad a la que nos está llevando el PP, ¿cuando se va a iniciar la rebelión popular contra la aniquilación de la justicia, y por su democratización?, o ¿esto va seguir siendo el “silencio de los corderos”, como en tantas otras cosas
Salvo algunos artículos que denuncian esta realidad publicados en medios minoritarios, parece que no hay voluntad de desarrollar una amplia movilización contra dicha situación.
Los partidos políticos con representación parlamentaria, y supuestamente enfrentados al PP, parecen denunciar esta situación con la boca pequeña, y sin muchos ánimos de desarrollar una movilización popular en contra. Los sindicatos, como con otras muchas cosas, no saben, no contestan. ¿Y las mareas?
Urge desarrollar una amplia movilización popular, una amplia marea popular, contra esta situación, y los profesionales de la justicia a los que todavía les queda dignidad, deben encabezar dicha movilización. Y urge también elaborar una alternativa popular por una justicia democrática, para ofrecer una alternativa tangible al actual sistema de aniquilación de la justicia.
Esperemos que con el nuevo año 2014 seamos capaces de iniciar y desarrollar dicha movilización.
