Ante las dudas que se plantean a menudo respecto al uso de los puntos suspensivos, Fundéu ofrece un decálogo sobre las normas ortográficas de este signo de puntuación:
- Los puntos suspensivos son tres y nada más que tres, aunque en las ortografías académicas antiguas este signo estuviera formado por un número indefinido de puntos.
- Cuando los puntos suspensivos coinciden con el final de la frase, no se añade el punto de cierre (siguen siendo tres) y la siguiente palabra, al pertenecer a una oración distinta, se escribirá con mayúscula: «Este fin de semana iremos a… Mírame, que estoy hablando contigo»; mientras que se escribirá minúscula si continúa la oración precedente: «Este fin de semana iremos… ¡a casa de los primos!».
- La palabra posterior a unos puntos suspensivos va separada de estos por un espacio, mientras que la palabra precedente va pegada: «La sorpresa de público y crítica ha sido… Ocho apellidos vascos», y no «La sorpresa de público y crítica ha sido …Ocho apellidos vascos».
- Después de los puntos suspensivos puede o no haber otro signo de puntuación posterior (salvo el punto), que de existir nunca se coloca antes de los puntos suspensivos: «Me encantaría ir…, pero no creo que vaya a poder», donde no habría sido adecuado «Me encantaría ir,… pero no creo que vaya a poder».
- Las oraciones con puntos suspensivos se puntúan igual que si estos no aparecieran, esto es, en «Me encantaría ir…, pero no creo que vaya a poder» se escribe la misma coma que si no hubiese puntos suspensivos, y en «Se observa un aumento de turistas franceses, italianos, alemanes…: crece el turismo de habitantes europeos, en resumen», se emplean los dos puntos característicos para introducir la conclusión de lo antedicho.
- Los puntos suspensivos no se escriben antes ni después de etcétera ni de su abreviatura etc., pues dicha combinación resulta redundante.
pero no es un «decálogo», sino -en todo caso- un «hexálogo»… 😉