Escritores, periodistas e intelectuales suecos han creado como recompensa efímera alternativa un Nuevo Premio de Literatura
La primera semana de octubre es famosa porque a lo largo de sus días se dan a conocer, cada año, los ganadores de los Premios Nobel de medicina, física, química, literatura, y el de la Paz.
Tras la concesión del Nobel de Literatura a Bob Dylan el año pasado, por las polémicas suscitadas y las reticencias de éste que no acudió a la ceremonia de entrega y lo recogió a punto de expirar el plazo en un “vis a vis” con los responsables de la Academia Sueca, a las que se ha sumado el que uno de los miembros del jurado esté relacionado con un escándalo de agresión sexual, en 2018 no se entregará el Nobel de Literatura, lo que no significa que se quede desierto. El ganador recogerá su cheque y su diploma el año que viene, junto con el vencedor de 2019.
No es la primera vez que ocurre algo parecido, aunque en el pasado la culpa la tuvieron las guerras. En todo caso, sí es algo que no ocurría desde 1949. Ante lo insólito de la situación, un grupo de escritores, periodistas e intelectuales suecos han creado una “recompensa efímera alternativa”, el “Nuevo Premio de Literatura”, cuyo galardonado se hará público este 12 de octubre de 2018 y saldrá de una lista elaborada por los libreros y una votación de internautas.
Toda la historia de este escándalo comienza con el proceso de Jean-Claude Arnault, un francés casado con la académica sueca Katarina Frostenson, quien después dimitió, al que juzgan por dos presuntas violaciones cometidas en Suecia en 2011. En noviembre de 2017, y en plena campaña del #metoo, el diario Dagens Nyheterpublicó los testimonios de dieciocho mujeres que aseguraban haber sido acosadas por Arnault. Aunque la Academia sueca no tiene ahora ninguna relación con la pareja, ha sido acusada de un conflicto de intereses relacionado con el procesado, quien según el diario británico The Guardian también habría filtrado en el pasado los nombres de algunos ganadores, entre ellos el de Bob Dylan. El asunto ha provocado la dimisión de cerca de la mitad de los miembros de la Academia; por eso, en plena crisis de confianza, los que quedan han decidido congelar este año el premio Nobel de Literatura.
La «Nueva Academia», que va a entregar el Nuevo Premio de Literatura, creada por la periodista y escritora Alexandra Pascalidou, es una ONG apoyada por un centenar de intelectuales suecos que, tras consultar a los libreros, ha elaborado una lista de 155 autores. Los más citados han sido propuestos a los internautas para que votaran sobre ellos. El resultado son cuatro finalistas: Maryse Condé, novelista de Guadalupe; Neil Gaiman, escritor británico; Kim Thùy, autor vietnamita y Haruki Murakami, escitor y artista japonés, quien ha rehusado la nominación porque odia la exposición mediática.
El próximo 12 de octubre la ONG dará a conocer el nombre del vencedor que –si todo sale como está previsto y consiguen recolectar 24 000 euros en la campaña de financiación participativa que han puesto en marcha- recogerá su premio en una ceremonia el 10 de diciembre. Después de lo cual, la Nueva Academia se disolverá para dar paso a la histórica, esperan que renovada.
