Salir a la calle a predicar el Evangelio no es hacer ‘evangelismo explosivo’ sino, en todo caso, ‘evangelización activa’. La pulsión del creyente cristiano, por lo general pero no necesariamente neoconverso, a salir a la calle a predicar el Evangelio procede denominarla ‘evangelización activa’, pero no ‘evangelismo explosivo’, como en ciertos ambientes de los entornos del mundo ultraconservador evangelical se viene usando esa desafortunada conjunción de ’palabros’.
La voz evangelismo sencillamente no existe en el DRAE. Quienes hayan traducido en su día la voz inglesa evangelism simplemente añadiéndole una o tendrían que haber consultado el DRAE y, en su caso, haber iniciado una campaña de petición de firmas para el apadrinamiento de la palabra evangelismo. Mientras tanto, la voz que corresponde usar en español es evangelización.
Más desafortunado es aun el uso del adjetivo explosivo para denominar el Evangelio de Jesús de Nazaret en contextos como, cuando se empezó a introducir ese ‘palabro’ en España a mediados de los años ochenta, justo en unos momentos en la que multiplicaron los ataques terroristas con explosivos de la banda terrorista ETA.