La Suma Flamenca 2016 dirigida por Aída Gómez se ha desarrollado en Madrid entre el 15 de junio y el 3 de julio. Teatros del Canal, algunas salas privadas y un par de museos han acogido en la capital los eventos, que han reunido como de costumbre a figuras consagradas y emergentes.
La Suma dio comienzo con la guitarra prodigiosa de Vicente Amigo, en un concierto en el que hizo un recorrido por las composiciones que ha realizado a lo largo de veinticinco años de carrera. Precisión, técnica y amor por la música, van produciendo sonidos que recuerdan a su maestro Paco de Lucía. Sonidos y atuendo, la camisa blanca y el chaleco como Paco, ¡si hasta a veces le recuerda físicamente!
Secundado por el guitarrista Añil Fernández, Paquito González en la percusión, el bajista del grupo escocés Capercaillie Ewen Vernal y Rafael de Utrera al cante, arrancó con un solo por tarantas, Callejón de la luna, que empalmó con la soleá Tío Arango, ambas de su álbum ya lejano en el tiempo De mi corazón al aire. Todo el concierto fue un recorrido por sus discos: Los fandangos de Mensaje, inolvidable Tangos del Arco Bajo, la bulería Autorretrato, con letra que compuso para que la cantara su amigo Enrique Morente, cuyo recuerdo estuvo ahí en esta ocasión y probablemente siempre. La colombiana Pan caliente del álbum Paseo de Gracia y del mismo trabajo esa joya que es Un momento en el sonido, un paseo de los tangos a la taranta, flamenco puro que penetró hasta la entraña más profunda del espectador receptivo y sensible. Remató el álbum con Azules y corinto.
Del álbum Tierra de 2013, que grabó en Londres con la participación de Dire Straits y Capercaillie, nos regaló con cinco de las nueve canciones de ese trabajo cumbre: Prólogo y Epílogo, Estación de primavera, Bolero a los padres, Campos de San Gregorio y Roma.
Con un diseño de iluminación sobrio y una sabiduría y complicidad absoluta de todo el equipo, con sus rotaciones, acompañamientos, protagonismos, apoyos y énfasis, el concierto fue algo que ningún apasionado por la buena música de flamenco profundo y hermosos arreglos podía perderse.
Rarezas en la Suma
Una de las rarezas de la nueva dirección de la Suma, comentada por varios compañeros en distintos medios, ha sido la racanería a la hora de acreditar, sobre todo a los espectáculos de la Sala Roja de los Teatros del Canal. Los únicos artistas que han actuado en la sala de mayor prestigio, han sido además de Vicente Amigo, Mayte Martín, Estrella Morente, Carmen Linares y el Pele y Farruquito. Seis espectáculos en la Sala Verde y el resto entre El Escorial, Centro Cultural Paco Rabal, Museo del Traje, Sala Berlanga, Museo Lázaro Galdiano, Casa Museo Lope de Vega y Café Berlín. Mismo día, distinto lugar y horario nocturno. El recorte de presupuesto estaba a la vista.
Josemi Carmona, Javier Colina y Bandolero
Este trío de guitarra flamenca, contrabajo y percusión de auténtico lujo, maestros del flamenco – jazz, habituales en festivales y fuera de ellos en cualquier parte del mundo, estuvieron en la Sala Berlanga de la SGAE de Madrid el 23 de junio, una semana antes de la última despedida del patriarca de los Habichuela Juan Carmona, el hermano de Pepe, tío de Josemi y padre de Juan, José y Antonio. El terrible mal de nuestro siglo se lo llevó en Madrid pero su gran despedida no podía ser en otro lugar que Granada, cuna de todos los Habichuela.
Todo el concierto estuvo dedicado a la última producción discográfica del trío: De cerca. Empezó Josemi Carmona con un solo por alegrías dedicado a Morente y Habichuela. Morente solo estaba en espíritu pero Pepe y su mujer Amparo, padres de Josemi allí estaban y también sus primos Juan y Antonio Carmona. Esta familia es una piña.
Sigue el concierto con una pieza especial para Javier Colina: You and the Night and the Music de Arthur Schwartz, con mucho protagonismo de Bandolero, versionada al límite con mil arreglos personalísimos de Javier por todas las evoluciones del jazz a lo largo de su historia. Aquí el contrabajo y la guitarra rivalizan en sonidos y percusiones de cuerdas y con la participación de Bandolero se transforman en una auténtica jazz – band.
Muñequita linda… sin letra, ¿quién no recuerda una canción que marcó una etapa en muchas vidas en todo el mundo occidental? De nuevo largo recital de versiones múltiples, ahondando en los recuerdos del pasado de los espectadores que ya han pasado el ecuador de sus vidas y vuelven a regresar en el tiempo a las emociones que sintieron una vez ya lejana y traídas al presente por obra y gracia de las cuatro cuerdas del contrabajo, más las seis cuerdas de la guitarra, más la amplia percusión en la batería.
A una serie de tangos de Josemi Carmona le siguen dos boleros de tronío. Historia de un amor y Verdad Amarga, ambas con arreglos de Carmona y Colina para varias versiones. Música popular latinoamericana que suena a jazz latino, a flamenco y a funk. La sorpresa es cuando entra en escena un invitado, de paso por Madrid, dice Josemi Carmona. Ni más ni menos que el internacional y versátil Oscar Menchaca Chambo que tras decir lo mucho que quiere a Madrid y lo mucho que Madrid le quiere a él, se pone a cantar la letra de Verdad Amarga. ¡La locura!
No puede faltar el homenaje a la familia. Primero una granaína en versión de Tía Marina Habichuela que Josemi dedica a su madre, Amparo, sentada en la sala como siempre…La granaína empalma con una farruca en la que Javier Colina nos sorprende con un solo de acordeón ‘al estilo’ Sabicas y Tío Juan. Emocionan.
De Cerca por fandangos de Huelva y después, dedicado a Antonio González El Pescaílla, marido y padre de las Flores, el título cumbre del álbum: El Incomprendido, título con significado que ellos conocerán a fondo. Josemi dice que es un homenaje a los años del tablao Los Canasteros en el que coincidieron entre otros muchos su padre, Pepe Habichuela y El Pescaílla. Van recorriendo palos, fandangos de Huelva, tangos de Cái que van derivando hacia una bulería de Jerez, todo ello rematado por un largo dúo protagonista de percusión a cargo de Bandolero y Javier Colina que no va más…
Una noche en el Café Berlín
Del ciclo Noche Canalla de esta Suma Flamenca, en ese lugar de culto que es el Café Berlín de Madrid, la noche fue la del 25 de junio en la que Jorge Pardo presentaba su último trabajo recién salido del horno: Djinn Metaflamenco o flamenco interdimensional, acompañado de una banda de lujo: Rycardo Moreno a la guitarra flamenca, Tony Romero en teclados, en la batería David Bao, el contrabajista Josué Ronkio y uno más como invitado, el cantaor cordobés Lin Cortés. Por supuesto las flautas y el saxo de Jorge Pardo, director artístico y musical de esta producción de Manantial de Músicas.
Djinn trata de definir la magia de este concierto. Es un genio, a veces un duende, un ser fantástico de la mitología semítica, principalmente árabe y también mesopotámica. Seres invisibles aunque a veces adopten diferentes formas, que tienen la capacidad de influir espiritual y mentalmente en el ser humano y como seres tutelares de lugares donde no se debe entrar… pero se entra, por aquello de la libertad.
Esto explica porqué Djinn va más allá de cualquier sonido y color flamenco, está más allá de lo que Pardo nos ofreció en las Historias de Radha y Krishna el año pasado, teniendo en cuenta como él ha explicado en alguna entrevista que esas historias no conciernen únicamente a la mística hindú, son universales como lo es la esencia del flamenco llevada más allá de sus confines conocidos. Eso es el Metaflamenco y Djinn su inspiración.
Jorge Pardo es un hombre inquieto, sumamente creativo, que en cada trabajo va más allá, superándose a sí mismo. Extraordinaria la complicada conjunción instrumental, la maestría de la composición dominada por el protagonismo de flauta y saxo. Colores y formas en libertad absoluta adentrándose tanto en cantes añejos, poesía andalusí árabe y sefardí, añoranzas de la otra orilla del Estrecho, recuerdos de Radha y Krishna o un jazz con tintes flamencos que derivan en un color urbano contemporáneo, o jazz en plena libertad en todas sus formas y colores, hasta llegar a la poesía hip hop. Y tras todo ello está Djinn, ese duende inspirador.
En dos horas de concierto fueron dejando historias como Lo sé por el Talega, Ricardo y Borrico, Kl3y2sc0pio, Taranta in blue, Metaflamenco Djinn y mucho más…
Solo un pero. Esa banda está concebida para actuar en el gran escenario de un teatro, con una distribución de espacios holgada, donde cada instrumento goce de su propio territorio y cada sonido de su correcta expansión acústica…Porqué la dirección de la Suma los ha colocado en el limitado espacio del escenario del Café Berlín, con un aforo de poco más de doscientas personas sentadas, en un horario nocturno, pues Doña Aída Gómez lo sabrá.
