«Hotel Salvación «, comedia fúnebre a orilla del Ganges

En contra de lo que pudiera pensarse, «Hotel Salvación», primera película del indio Shubhashish Bhutiani, no es una película sobre el final de la vida sino sobre nuestra condición de mortales, a través de un viaje a la ciudad sagrada de Benarés, actualmente Vârânasî, y las diferentes percepciones que tienen del mundo y las tradiciones tres generaciones de una misma familia cundo el abuelo decide cumplir con la tradición hindú de acudir a Benarés para morir a orillas del Ganges. Una comedia, en cierta medida macabra, pero alegremente macabra.

Hotel-Salvación-cartel "Hotel Salvación ", comedia fúnebre a orilla del GangesEn Benarés, una de las ciudades más antiguas del mundo y asociada a la espiritualidad, el misticismo, el yoga y la medicina Ayurveda, se encuentran los hoteles de la salvación, donde todo aquel que lo desee puede alquilar una habitación durante 15 días con la esperanza de morir allí y liberarse del Samsara, o ciclo de las reencarnaciones. Una vez pasado ese tiempo, si no se ha muerto debe dejar el sitio a otros huéspedes.

Daya, un anciano exprofesor, siente que ha llegado su hora y quiere trasladarse a Benarés para morir allí y salvarse. Su hijo Rajiv le acompaña a regañadientes, dejando su trabajo y su familia precisamente cuando su hija Sunita está a punto de contraer matrimonio. Llegados a la ciudad santa, padre e hijo alquilan una habitación en el Hotel Salvación. Allí conocen a gente divertida, estrambótica, a filósofos y resignados…

Daya se divierte redactando necrológicas, entre otras la suya, y siguiendo el vuelo de las almas libres que abandonan los cuerpos. Pero pasa el tiempo y no parece que Daya esté al borde la muerte. Esos días de espera sirven para que los espectadores asistamos a ceremonias fúnebres y fiestas rituales, y para que las dos generaciones se conozcan mejor, el hijo abandone sus reticencias y ambos acaben comprendiéndose y reconciliándose.

“Hotel Salvación” es, no puede negarse, una película dulce y amarga, cómica y sentimental, triste pese al tono optimista de muchas situaciones; una mirada risueña sobre la muerte, y realista sobre las vidas paralelas de los dos hombres, a lo largo del trayecto: mientras Daya cumple los rituales que marca la tradición, Rajiv no cree en ellos.

Con delicadeza, y enfrentando los problemas de la India contemporánea -un país que se encuentra entre los que encabezan la cuarta revolución industrial, la de la tecnología-  con el tiempo suspendido en Benarés, el joven realizador de 27 años intenta mostrar de paso la transición que se está operando en el subcontinente habitado por más de 1300 millones de personas.

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.