El Instituto Cervantes puede abrir de nuevo en Damasco después de casi siete años de cierre. Fue en marzo de 2012 cuando el Gobierno de Rajoy decidió clausurar el Cervantes y dejar al mínimo la embajada española en la capital siria.
Desde entonces la actividad académica y cultural española es nula y tan solo voluntarios procedentes de Latinoamérica han dejado viva la llama del español con clases particulares en academias privadas.
Aunque la decisión será política, y con la aquiescencia de la Unión Europea, todo apunta que en el transcurso del presente año se reabrirá, por fin, el Instituto Cervantes de Damasco.
De hecho, estudiantes sirios de español en Cuba solicitaron el pasado noviembre de 2018 a la Unión Europea que levante el embargo económico. La secretaria general de la Organización de Solidaridad con los Pueblos de Asia, África y América Latina (Ospaaal), Lourdes Cervantes, apoyó la reclamación de los estudiantes árabes.
Oficialmente no ha trascendido nada y aunque también se anunció la reapertura del Instituto Cervantes en Gibraltar el pasado septiembre de 2018, a día de hoy no hay ninguna novedad al respecto.
Misma situación respecto a la anunciada apertura de un Aula del Instituto Cervantes en los campamentos saharauis de Tinduf y una extensión en la capital del Sahara, El Aaiún, controlada por Marruecos y que iba a depender de Rabat.
Pasan los meses y ni una triste explicación al respecto. Hay que aclarar que en el caso del Aula de Tinduf no se trata de un problema económico, la excusa oficial para no haberlo hecho ya es buscar una “fórmula” para que sea legal. Actualmente en Argelia hay dos Institutos Cervantes, en Argel y Orán, y nada impediría crear otro en Tinduf para los refugiados saharauis.
El compromiso del Aula de Tinduf existe desde que un grupo de escritores españoles solicitó en junio de 2004 –entre los que estaba, paradójicamente, el actual director del Cervantes que defendió en su día a la activista saharaui Aminetu Haidar– que se abriera un aula, petición reiterada en 2010 por la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS).
También el diputado socialista, Odón Elorza, presentó en abril de 2017 una proposición no de ley sobre el Instituto Cervantes y la necesidad “de abrir una antena en la región de Tinduf” para favorecer la expansión de la lengua y cultura española entre los refugiados saharauis.
El director de la institución cultural, Luis García Montero, no se ha pronunciado oficialmente al respecto mientras sigue la opacidad informativa ya que, a pesar de solicitar datos en dos ocasiones, se han negado desde la oficina de prensa a dar ningún tipo de explicaciones ni datos a este medio digital.
Anuncios para Estados Unidos
Oficialmente solo se ha anunciado la apertura de dos nuevos centros, en Estados Unidos, Los Ángeles y Washington en los próximos dos años.
Según García Montero, “Los Ángeles es el punto de referencia del hispanismo cultural con toda la comunidad hispanohablante de California, que es la más importante de Estados Unidos”, mientras que “Washington es una referencia política”, señaló en una reciente entrevista con Servimedia. Los Ángeles sustituye un anuncio inicial de apertura en Miami.
La apertura de ambos espacios será posible gracias a los compromisos adquiridos por el Gobierno con el Instituto Cervantes, que verá aumentada su asignación presupuestaria en torno a un 5 %.
“Hay que buscar un buen edificio que permita tener casi mil metros cuadrados para aularios, biblioteca y oficinas”, explicó el director y poeta. “Por la situación de la comunidad hispánica, tener un instituto de referencia en Washington será muy importante”.
La institución ya tiene movilizados tanto a su responsable en Albuquerque, Nuevo México, Anastasio Sánchez Zamorano como a su director de Nueva York, Ignacio Olmos, para negociar con las autoridades para abrir estos dos nuevos centros, en 2019 y 2020.
[…] y foto: Periodistas en español / Por Jesús Cabaleiro […]