El futbolista irlandés James McClean, de treinta años, ha manifestado en toda su trayectoria el apoyo a las causas nacionalistas, lo que le ha costado la hostilidad en los campos ingleses en los que juega con su actual club, el Stoke City de la Championship, la Segunda División inglesa.
Así, se negó a jugar con la selección del Ulster, Irlanda del Norte, a pesar de haber sido seleccionado para hacerlo por la de Irlanda, donde ha defendido en 67 ocasiones su camiseta y ha participado en dos Eurocopas 2012 y 2016.
Nació en Derry, en concreto en la finca Creggan, muy cerca donde se inició la marcha por los derechos civiles que desembocó en el Domingo Sangriento de 1972 donde soldados británicos dispararon a pacíficos manifestantes desarmados causando catorce muertos, seis de ellos provenientes de Creggan.
De hecho, se inició en el equipo de su localidad, el Derry FC –conocidos como ‘The Red and White Army’- que juega en la liga de Irlanda durante tres años con el que conquistó el título de la Segunda División en el año 2010. Posteriormente dio el salto al fútbol inglés jugando con el Sunderland, Wigan Athletic, West Bromwich Albion (WBA) y su actual conjunto el Stoke City. Se especula que pueda salir de su actual club este verano.
En estos años, a título individual recibió el reconocimiento de mejor jugador joven del año en la temporada 2011-2012 en el Sunderland y mejor jugador del año 2014-15 en el Wigan.
Desde entonces ha sufrido distintos incidentes extradeportivos debido a sus ideas. Así, cuando estaba en pretemporada con el WBA no cantó el himno inglés y dio la espalda a la Union Jack lo que le valió una amonestación. Sus propios aficionados lo pitaban cuando tocaba un balón.
El nativo de Derry ha recibido numerosos insultos y amenazas. En campos rivales ha recibido cánticos anti irlandeses. El pasado día de su cumpleaños, por ejemplo, le enviaron un anónimo “feliz cumpleaños y muere” ó “no te gusta este país y no nos gustas”; también le hicieron referencias al miembro del IRA, Bobby Sands, muerto en 1981 por una huelga de hambre en prisión, del que había mencionado una cita.
Ya cuando debutó en 2012 con Irlanda recibió amenazas de unionistas norirlandeses. En noviembre de 2012 con el Sunderland se negó a llevar en su camiseta una amapola en el denominado Día de Recuerdo, -11 de noviembre- por los miembros muertos de las fuerzas armadas inglesas. En los años siguientes repitió el gesto y explicó esta postura al entonces presidente de su club, el Wigan Athletic, Dave Whelan.
También señaló que es “un orgulloso feniano” (término usado para los nacionalistas irlandeses) y “un firme católico”. Tras recibir objetos desde las gradas en un partido con el Middlesbrough lució luego en una red social una camiseta del Celtic escocés, equipo católico.
En unas declaraciones lamentó que futbolistas de raza negra como Raheem Sterling y Danny Rose fueran apoyados por enfrentarse a incidentes racistas en los estadios pero no lo fuera él por el motivo de ser un católico irlandés. «Las autoridades futbolísticas inglesas son hipócritas y cobardes” declaró.
Es partidario del Sinn Fein y en las recientes elecciones europeas de mayo calificó a un candidato del partido Fianna Fail, Fintan Cox, “desconocido hasta hace poco tiempo” que era una “vergüenza como el partido que representa”.
Persona solidaria, en Derry recogió a seis sintecho y les pagó comida y su estancia en un hotel por unas cuantas noches. Lo hizo público en una red social su hermana Mary Jane quien destaco que tiene “un gran corazón”.
De hecho, en 2012 donó su camiseta firmada del Sunderland, tras haber jugado con el Everton, para una subasta para ayudar a una casa que acoge niños en Dublín. También aportó 1500 libras para una bicicleta para un niño con espina bífida y otras cantidades para personas con problemas con el alcohol y para la casa de acogida para mujeres alcohólicas, Foyle Valley House en Derry.