El Niño Josele con su cuarteto de Heredias, Marta Sánchez con su quinteto hispano- cubano – norteamericano y Javier Colina con su trío del alma en una primera parte y un quinteto jazzero de lujo en la segunda, ponen el broche de oro a un Festival Internacional de Jazz de más de un mes de duración y que consolida a Madrid en 2016 como una de las capitales mundiales del Jazz.
Juan José Heredia Heredia, Niño Josele se presentó en el Fernán Gómez el 27 de noviembre acompañado de un cuarteto de Heredias, de los que al parecer, solo uno, el joven pianista José Heredia Sánchez es miembro directo de su familia, nada menos que su hijo. Ellos son almerienses y de casta les viene el arte del toque; Julián Heredia Martínez, el bajista del grupo es granaíno y el flamenco le viene de parte de padre y madre y el jazz desde que cambió el cajón por el bajo a los 18 años por influencia de Carles Benavent y Jaco Pastorius entre otros. El cuarto es Jonatan Cortés Heredia, el baterista y percusionista del cuarteto. Un cuarteto sensacional comandado por un genio de la guitarra, hay quien dice que es otro Paco de Lucía y sin duda, tanto en la maestría, como en lo revolucionario del toque le recuerda.
El Niño Josele compositor, empezó con un concierto de guitarra en solitario, con un tema de su álbum Española de 2009, candidato a los premios Grammy en 2010. La rondeña Camino de Lucía en un clarísimo homenaje al maestro, que desde los primeros acordes supo emocionar al público que llenaba la Sala Guirau. Un tema ya conocido por sus seguidores, pues también para ellos era el homenaje. Con toda intención se presentaba en su concierto de Madrid como compositor y guitarrista, también para orientar de donde le viene la vena jazzera en la que también es un maestro. Escucharle y observar el vuelo de sus dedos por los trastes y cuerdas es una experiencia intelectual y emocional que no se siente cualquier día.
¡Qué bien elegidos los temas para este concierto! Sigue por la bulería compuesta por él, A mi compadre Antonio dedicada a Chick Corea, con la que empieza el jazz por bulería para ir entrando en ese otro mundo que tantos de los nuestros han sabido enraizar con el flamenco, que para eso está la guitarra, instrumento indispensable en ambos. Y en esta ocasión acompañado por la percusión jazzera de Jonatan consigue hacer penetrar en ambos mundos a la vez, gracias a la genialidad de su guitarra.
Entra de lleno en el jazz con el cuarteto en pleno con la Touchstone Procession, Ceremony de Chick Corea. Se turnan y conversan, se hablan y responden, pero los colores de la guitarra predominan sobre todos los demás. Para ellos tocar es un placer, hay complicidad, se ríen, se divierten. Convierten el trabajo en algo sumamente placentero, mientras suena el Touchstone como esa piedra de toque de su título.
Ya va a ser todo jazz y todo homenajes. Ahora al histórico músico y gastrónomo Ziryab, que se paseó por las cortes de Harún Al-Raschid y tras pasar por Kerouan llegó a Córdoba al principio del reinado de Abderramán II. Auténtico precursor de la guitarra añadiendo una quinta cuerda al laúd. Recordando de nuevo a Paco de Lucía, su composición de culto, Ziryab con lenguaje propio de Niño Josele. La nostalgia y la dulzura están presentes en las músicas del cuarteto. Conciertazo.
My Foolish Heart de Victor Young de su álbum Paz de 2006 inspirado en Bill Evans; recordemos quién estuvo en la grabación de aquel álbum hace diez años: la voz de Estrella Morente, al piano Freddy Cole, Matt Johnson con el bajo, El Negro Hernández en la batería, el saxo de Joe Lovano, las trompetas de Tom Harrell y Jerry González y Javier Colina con su contrabajo sin igual. Y por supuesto el Niño Josele a la guitarra. Y entonces tenía treinta y dos años. Desde entonces viene siendo reclamado para actuar en festivales de jazz de todo el mundo.
El concierto termina con otra composición original de Chick Corea, Yellow Nimbus una de las canciones del álbum Touchstone Procession, Ceremony, Departure de 1982 en cuya grabación estuvo Paco de Lucía como artista invitado como guitarrista, ¡palmero y percusionista! ¿Ya vemos de donde vienen las devociones del mundo de Josele?
La sala Guirau amenaza con venirse abajo con los aplausos, la emoción desborda todo lo imaginable. Vuelve a salir el cuarteto para terminar como empezó, con flamenco compuesto por el maestro de la noche en homenaje a su tierra de Almería: La rumba Cabo de Gata de su álbum de 2012, El mar de mi ventana.
Una noche de diversidad de lenguajes, de fusiones que certifican la estrecha sintonía entre el jazz y el flamenco, de actuaciones magistrales, principalmente la de este mago de la guitarra española, Niño Josele, pero también la del bajo Julián Heredia y la del baterista y percusionista Jonatan Cortés. El jovencísimo pianista José Heredia protagonizó notables solos y estuvo en su sitio en todo momento. Será un grande como su padre. Tiempo al tiempo.
Javier Colina: trío y quinteto
El broche de oro en la clausura del III Festival Internacional de Jazz de Madrid 2016 lo puso el 30 de noviembre este doble concierto con Javier Colina al mando de su trío del alma, Josemi Carmona a la guitarra y la percusión de Bandolero. Y para el segundo concierto de la noche un quinteto de jazz de auténticos cracks internacionales: El maestro cubano del saxo Ariel Bringuez no necesita carta de presentación; el madrileño Pablo Gutiérrez, pianista y organista de jazz de talla internacional, con un currículo de infarto; Moisés Porro, un cubano maestro de todos los instrumentos de la percusión y la batería, que trabajó con La Vieja Trova Santiaguera y Pablo Milanés y ahora es uno de los percusionistas más activos del panorama musical. Un auténtico ídolo de la batería de jazz más internacional, Daniel García; sería más corto decir donde no ha estado que donde ha estado, en todas partes y con todos los grandes, porque él es un grande, desde sus tiempos de estudiante en la Escuela de Música Creativa de Madrid y de becario en el Drummer’s Collective de Nueva York. Y la trompeta siempre elocuente de Jerry González, puertorriqueño de Nueva York, Newyorican como ellos dicen por la Gran Manzana.
El concierto del trío estuvo basado en su último álbum, De cerca que ya tuvimos oportunidad de escuchar en uno de los conciertos en la Sala Berlanga del XI Festival Suma Flamenca de Madrid, el pasado mes de junio, días antes de la muerte del Patriarca de los Habichuela, Juan, tío de Josemi. Entonces y ahora empezaron con un tema de Josemi por alegrías, Morente Habichuela, homenaje a los tiempos de tablao de Enrique y Pepe. Empieza Bandolero, Javier y Josemi le acompañan con el contrabajo y la guitarra como instrumentos de percusión, ¡vaya compadres! Precioso trabajo, improvisando sobre todas las versiones posibles, flamenco, fusión, jazz, sin que nunca falte el ritmo de los cuatro versos octosílabos con el compás de la soleá, pero mucho más rápido. El flamenco siempre de fondo.
Las mil versiones son mucho más notorias cuando arrancan con los acordes de Historia de un amor, uno de los boleros más versionados de la historia, flamenco por rumba y fandango, flamenco ópera, flamenco jazz , jazz, swing, por mencionar lo que hacen estos amigos, porque aún hay mucho más. Siguen con una farruca dicen ellos de origen gallego, La Recoba, pero a poco se transforma a compás de tango y el escenario se transforma en una tanguería del barrio de San Telmo de Buenos Aires. Por algo Javier Colina se ha puesto a tocar el acordeón, su primer instrumento profesional hasta que se enamoró del contrabajo. Y cómo suena ese acordeón con toda la nostalgia de la Galicia emigrada, ya sea a compás de farruca o de tango. Y Josemi que está empeñado en arrancar de su guitarra sonidos de una docena de instrumentos.
Terminan con El incomprendido, dedicado a Antonio González El Pescaílla, clásico absoluto de la mejor salsa que aquí toma aires de rumba, en honor al padre de la rumba catalana. Soberbios arreglos de sus melodías con un lenguaje inspirado en la versión de El Pescaílla. Temazo.
Se van Josemi Carmona y Bandolero y entran Pablo Gutiérrez a su piano, Ariel Bringuez con un hermoso saxo tenor, Moisés Porro que va directo a los combos ya preparados desde antes del concierto, Dani García a la batería. El invitado especial se incorpora más tarde.
Dos conciertos completamente distintos. Este es realmente una jam session de amigos del jazz con fuertes afinidades temperamentales reunidos para su propio disfrute, improvisando magistralmente y enganchando al público tan a placer que de ahí no se va nadie.
Suena primero Epistrophy del gran pianista y compositor Thelonius Monk en una introducción grandiosa al concierto. Dos solos y dúos de contrabajo y saxo de asombro. El saxo de Ariel Bringuez es la voz primordial del concierto, el tenor en la ópera, absolutamente genial.
Siguen Belén, canción de cuna para dormir a un negrito. El solo de saxo eleva al máximo la emoción, tanto como para reventar. Gran dúo saxo y contrabajo con gran protagonismo del piano. La percusión está cuando tiene que estar, la arquitectura instrumental es perfecta. Eigty one de Miles Davis. Este es el momento de la entrada en escena de Jerry González, tan grande, con tanta gloriosa historia a sus espaldas, tan carismático y amado por todos los públicos latinos, está demasiado envejecido para su edad y tiene algún problema respiratorio. Se le aplaude a rabiar porque siempre será respetado y siempre será invitado de Javier Colina para quien fue un maestro.
Tras La verdad amarga lo mejor de la noche, Soy Califa del álbum de 1962 A Swingin’ Affair del compositor saxofonista Dexter Gordon. Suenan todas las voces en una maravillosa conjunción de sonidos, con gran protagonismo de saxo y percusión, combos y batería. Un extraordinario solo de Javier Colina al contrabajo. No hay palabras y tampoco se puede decir hay que escucharlo, porque cada concierto de jazz es único e irrepetible. Los privilegiados estuvimos ahí.
Cuando la sala se ha roto las manos aplaudiendo para que vuelvan, ahí están con una Wedding song como despedida definitiva…por esta noche. ¡Que gran broche de oro para un gran festival de Jazz!
