Jewish life: música de risa y llanto 

La Quinta de Mahler acogió en Madrid la presentación del disco Jewish life, portraits of the past (Temps Record 2017), lo último de MazikDuo, el dúo klezmer de moda cuyos componentes Tolo Genestar (clarinete) y Marc Sumsi Roig (piano) son, además de músicos de cámara y orquesta, docentes.

MazikDuo-jewish-life Jewish life: música de risa y llanto La palabra judía klezner se refiere a sonidos que ríen y lloran, y de eso va el disco, que presume de saber cómo suena la mejor música judía contemporánea. Junto a ellos, actuó como maestro de ceremonias el periodista Albert Torrens, de Catalunya Música.

Los dos jóvenes son titulados del Liceu de Barcelona, donde empezó su amistad, y cuentan con varios reconocimientos, pero Jewish Life es el resultado del trabajo personal de Genestar durante sus años de estudiante en el Conservatorio de Niza bajo la tutela de Michel Lethiec, quien le introdujo en la mágica sonoridad de la música judía. Allí Michel tocaba antes de entrar en clase «con sonidos que parecen la voz humana, ríen y lloran».

Para MazikDuo, «en la música judía se van registrando todos los avatares vitales tanto del que la compuso como de los intérpretes y hasta de los escuchantes. Músicas que por ello requieren una forma especial de acercarse a ellas». Es en parte una música que ha sobrevivido gracias a la tradición oral (popular, folklore) y otra más culta del siglo XX, ya que el CD abarca desde una obra escrita en la cautividad de un campo de concentración por el francés Oliver Messiaen, al Lamento por el Holocausto de Weinberg, las raíces religiosas y populares de Bloch o el género klezmer (una música que ríe y llora al mismo tiempo) con obras de Kovacs, Saurier y Schoenfiled.

El disco, que ha sido presentado antes en concierto en escenarios como el teatro Central de Menorca (el más antiguo teatro de ópera de España), Ibiza, Cataluña, Andalucía y Madrid, ha contado para su  producción con el apoyo económico del Institut d’Estudis Baleàrics (Illenc), organismo del Govern de les Illes Balears encargado de fomentar la Cultura y la proyección de sus artistas más consolidados.

Al inicio de la presentación, se proyectó el teaser del álbum, lo que habla de su modernidad al tratarse de una música que se pretende intemporal (mezcla indefinible de lo popular de transmisión oral con las nuevas tecnologías), y  para finalizar, el dúo interpretó alguna de las piezas del disco en un mini recital que incluyó Abismo de los pájaros, perteneciente al Cuarteto para el fin de los tiempos, de Messiaen, seguido de Plegaria, compuesta en EEUU por  Bloch y cuyos ecos llegan a las canciones del chileno Víctor Jara, para terminar con otras más festivas de KovacsSaurier y Schoenfiled, melodías que todos conocemos porque también tienen su eco en canciones religiosas y folclóricas multiculturales.

El Cuarteto para el fin de los tiempos fue compuesto en el campo de guerra polaco donde estuvo internado dos años (Messiaen, francés encarcelado allí el mismo año de la muerte de Stalin, se salvó de ser depurado por esa misma circunstancia). Escrito para los cuatro únicos instrumentos de los que disponía (piano, violonchelo, clarinete y violín) fue estrenado en 1941 ante los 5000 presos que compartían cautiverio con el compositor. El tercer movimiento que recoge el CD, titulado Abismo de los pájaros, está compuesto para clarinete solo y en él, el canto de los pájaros que fascinaba tanto a Messiaen, simboliza la esperanza.

MazikDuo presenta un disco innovador con obras que germinaron en momentos y contextos muy diversos, desde la sonoridad más sombría de la II Guerra Mundial a las melodías más frenéticas y populares.

Nunci de León
Doctor en Filología por la Complutense, me licencié en la Universidad de Oviedo, donde profesores como Alarcos, Clavería, Caso o Cachero me marcaron más de lo que entonces pensé. Inolvidables fueron los que antes tuve en el antiguo Instituto Femenino "Juan del Enzina" de León: siempre que cruzo la Plaza de Santo Martino me vuelven los recuerdos. Pero sobre todos ellos está Angelines Herrero, mi maestra de primaria, que se fijó en mí con devoción. Tengo buen oído para los idiomas y para la música, también para la escritura, de ahí que a veces me guíe más por el sonido que por el significado de las palabras. Mi director de tesis fue Álvaro Porto Dapena, a quien debo el sentido del orden que yo pueda tener al estructurar un texto. Escribir me cuesta y me pone en forma, en tanto que leer a los maestros me incita a afilar mi estilo. Me van los clásicos, los románticos y los barrocos. Y de la Edad Media, hasta la Inquisición.