Este 20 de febrero de 2024, la justicia chilena ha ordenado reabrir la investigación de la muerte del poeta Pablo Neruda, Premio Nobel de Literatura y autor de obras tan fundamentales como «Doce poemas de amor y una canción desesperada» o el «canto General», fallecido el 23 de septiembre de 1973, exactamente once días después del golpe de estado del general Augusto Pinochet y el suicidio del presidente Salvador Allende, que tuvieron lugar el 11 de septiembre.
Los jueces chilenos explican su decisión en las sospechas de que Neruda pudo ser víctima de un envenenamiento planeado por la Junta Militar, recién creada en el país. Un portavoz de la judicatura ha explicado que «se ha pedido la reapertura de la investigación con el fin de poder llevar a cabo los procedimientos» solicitados por un panel de expertos que «que podrían contribuir a aclarar lo sucedido».
Pablo Neruda falleció en la Clínica Santa María de Santiago la víspera de partir hacía el exilio en México, doce días después del golpe de Estado de Augusto Pinochet contra el régimen socialista del presidente Allende, gran amigo del poeta.
En 2017, un grupo de expertos internacionales rechazó la versión oficial del gobierno militar, presidido por Augusto Pinochet, según la cual el poeta falleció a consecuencia del agravamiento de un cáncer de próstata con metástasis que le diagnosticaron tiempo atrás. Pero no pudieron confirmar, ni tampoco excluir, la posibilidad de que le hubieran envenenado intencionadamente con alguna toxina o gérmenes bacterianos.
El sumario de la muerte del Premio Nobel, que permanecía abierto, se cerró el 25 de septiembre de 2023, una vez concluidas todas las diligencias, sin que se pudiera considerar a nadie responsable de la muerte del poeta.
Pero, ahora, tres jueces han considerado que la investigación no agotó todas las posibilidades y han ordenado nuevas diligencias que podrían aportar nuevas pruebas. Entre ellas «un peritaje caligráfico al certificado de defunción del poeta; revisar las conclusiones del panel de expertos de las universidades de McMaster y Copenhague que intervinieron en la causa; e interrogar al médico y oficial retirado del Ejército Eduardo Arriagada Rehren, quien fue condenado en 2021 por el asesinato del locutor de radio y simpatizante comunista Archivaldo Morales», a quien –según la información publicada ayer en El País- provocaron un infarto inyectándole dipiridamol, un antiagregante de plaquetas que, usado en combinación con otros medicamentos, reduce el riesgo de coagulación excesiva de la sangre.
Además, han pedido que la Policía de Investigaciones «establezca cómo era Arriagada en 1973».