Libertad de prensa: Marruecos baja un puesto, Túnez ejemplo

El informe anual de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) sobre el estado de la libertad de prensa en 180 países se hizo público el 20 de abril y refleja una situación preocupante para Marruecos y resto de países árabes.

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Protesta por la libertad de prensa en Marruecos

Marruecos ha retrocedido un puesto, del 130 al 131º. RSF señaló que los periodistas en el país magrebí todavía se enfrentan a las mismas líneas rojas de siempre: El Islam, la integridad territorial, con la inevitable referencia del Sahara, y la monarquía. RSF observó «un deterioro lento pero constante de la libertad de prensa en Marruecos», según señala el informe de la organización.

«Los periodistas y los periodistas-ciudadanos están amenazados por la censura, con vigilancia, intimidación, fuertes multas y encarcelamiento. Los medios extranjeros no se salvan tampoco», explica el informe de RSF. En el informe se menciona el caso del periodista independiente Ali Anouzla.

Las autoridades marroquíes, como es habitual, no han reaccionado al contenido del nuevo informe. El ministro de Comunicación y portavoz del Gobierno, Mustafa El Jalfi, destacó en otras ocasiones de este informe que «no refleja la realidad de prensa marroquí».

El informe, que resume los ataques a la libertad de información, muestra la influencia del Gobierno en el sector audiovisual y la prensa escrita y digital. El informe también critica la represión utilizada por Marruecos hacia la prensa extranjera, que «no es inmune» citando las expulsiones de periodistas extranjeros. De hecho, Rabat expulsó recientemente a un equipo de televisión francés que preparaba un reportaje sobre los ataques a dos homosexuales marroquíes en Beni Melal.

Marruecos se encuentra justo detrás de Argelia (129º) y muy por detrás de Túnez, que ocupa el puesto 96º.

Por primera vez, Túnez es el único país de mundo árabe-musulmán con una evolución positiva en 2015. En el contexto de la transición democrática, en los últimos cinco años se han emprendido iniciativas para reformar el sector mediático, aunque los retos siguen siendo numerosos. Su evolución ha sido imparable, en 2010 ocupaba el puesto 164, luego 133 en 2012, 126 en 2015 y finalmente este año 2016 llega al puesto 96, mejorando 30 puestos.

También hay que citar la situación envidiable de Mauritania que ocupa el puesto 48º mejorando siete puestos respecto al año pasado.

Le siguen Líbano (98º, mismo puesto que el pasado año) que se encuentran a la cabeza en la clasificación regional de Oriente Medio, con una prensa más bien libre, seguido por Kuwait, (103º), que, no obstante baja trece puestos respecto al año pasado tras la aprobación de una ley contra los delitos informáticos. Por el contrario, Jordania (135º), mejora ocho puestos, a pesar que la ley antiterrorista se usa para amordazar a la prensa. Siete periodistas y activistas en las redes sociales fueran detenidos en aplicación del artículo 11 de la ley de delitos electrónicos.

El paisaje mediático es sombrío en Argelia (129º), levemente mejor que Marruecos pero baja diez puestos y donde cierran a la fuerza cadenas de televisión. A pesar de todo, el pasado febrero aprobó su nueva Constitución que, en teoría, contempla una mejora de la libertad de expresión.

La regiones del Magreb y Oriente Medio, siguen siendo las más difíciles y peligrosas del mundo para los periodistas. En numerosos lugares, se encuentran atrapados entre las diversas facciones: beligerantes, grupos radicales y Estados con un comportamiento extremo, a menudo adeptos a estrategias del terror.

En la clasificación siguen Catar (117º, -2), Emiratos Árabes Unidos (119+1), Afganistán (120º, +2), y Omán (125º, +2). En otros países árabes como Irak (158º, -2), Libia (164º, -10), Arabia Saudí (165º, -1), y Yemen (170º, -2), se requiere de una gran valentía para ejercer el periodismo.

Un caso muy preocupante es Egipto (159º, -1), donde, el pasado domingo 17 fue condenado un periodista a cinco años de cárcel por «publicar informaciones falsas e incitar protestas» así como Bahréin (162º, +1) y Sudán (174º, sin mejora ni empeoramiento) donde el pasado 17 de abril se secuestró el diario Al Saiha y la semana anterior se confiscó Al Taghyeer, antes a los diarios Al-Ayam y Al-Mustaqilla.

En Irán (169º, +4), el régimen continúa encarcelando a periodistas y los medios de comunicación viven bajo una presión constante.

En las zonas donde tienen lugar conflictos abiertos, los combatientes intentan crear agujeros negros, regiones en las que no es posible hacer información. El ejemplo más claro es Siria (puesto 177º igual que el pasado año) donde desde hace cuatro años, es el país de esta zona en el que la situación es más dramática, donde se registran ataques graves, incluso atroces. Hay que recordar que tres periodistas españoles llevan ya nueve meses secuestrados.

Reporteros Sin Fronteras (RSF) publicó la edición 2016 de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa el pasado 20 de abril. Esta clasificación se basa en siete indicadores clave: el nivel de abusos, el alcance del pluralismo, la independencia de los medios y el entorno de la autocensura, marco legal, transparencia e infraestructura.

En resumen, la evolución global en todo el mundo muestra un clima de miedo generalizado y de tensiones, que se suma a una creciente influencia de los Estados y de los intereses privados en las redacciones.

La edición 2016 revela la intensidad de las acometidas de los estados, de ciertas ideologías y de intereses privados contra la libertad y la independencia del periodismo.

Jesús Cabaleiro Larrán
Periodista. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona, rama Periodismo con cursos de doctorado, estudios sobre Marruecos contemporáneo y el Sáhara Occidental. Más de 35 años de periodismo, la mayoría en prensa escrita, ha trabajado a ambas orillas del Estrecho de Gibraltar, casi 13 años en el extinto diario El Faro Información, en Algeciras, donde empezó de redactor y del que fue su último director y en Tánger dos años en un diario digital. Además ha participado en la mayoría de los Congresos de Periodistas del Estrecho desde el inicial en 1993 hasta 2019. Titulado en ajedrez por la UAH y UNED. Amante de Portugal. Ha publicado un libro, ‘Artículos periodísticos. Apuntes para la historia de la prensa de Algeciras’.

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