‘Los leones de la brigada de Trípoli’ es un libro autobiográfico de Sam Najjair (Dublín, 1979) titulado ‘Soldier for a summer’ (Soldado para un verano) publicado en 2012 y ahora traducido al español en libros de la Catarata en su primera edición aparecida el pasado mes de noviembre.
Sam Najjair narra el viaje desde su llegada a Libia -vía Túnez- en junio de 2011 para unirse al levantamiento contra Gadafi. Pasó doce semanas de entrenamiento en las montañas antes de dirigirse a Trípoli. El 20 de agosto de 2011, Sam y la conocida brigada de Trípoli -una unidad del ejército de liberación libio- fueron los primeros revolucionarios que entraron en la ciudad y, en consecuencia, los que aseguraron la plaza de los Mártires.
Reuniones con representantes de la OTAN, tratos con armas, operaciones encubiertas, la muerte de un amigo muy cercano o la captura de un secuestrador de mujeres… Todos son momentos de la impresionante historia de un joven revolucionario libio-irlandés que se convierte en un comandante de batalla de la unidad del ejército de liberación libio, un relato inolvidable del verano que liberó a un país y transformó a un joven.
La obra, que ha contado con el apoyo de la Fundación Euroárabe de Altos Estudios, cuenta con cinco partes, que siguen un recorrido por la lucha contra Gadafi: febrero-junio; julio; agosto; septiembre y octubre-noviembre de 2011.
El autor participó el pasado mes de julio de 2015 en la Universidad Internacional de Andalucía en el curso ‘Radicalización, terrorismo yihadista y combatientes extranjeros’ donde decía: “Fui a luchar por patriotismo, no fui a luchar por la yihad, ni por ningún idealismo parecido, sino por la necesidad que sentía de proteger a los míos, y no era el único, el perfil de los combatientes era muy variado, pero todos convivíamos y luchábamos juntos por un ideal, por justicia, y eso nos convirtió en hermanos”.
Posteriormente combatió también cuatro meses en Siria en la lucha contra Al Asad a través del Ejército Sirio Libre, cuestión que cita en el epilogo de la obra, y luego regresó a Irlanda.
Hijo de madre irlandesa, convertida al Islam hace 30 años y padre libio, Housam ‘Sam’ Najjair nació en Dublín hace 36 años. Su padre, Mohamed Najjair, llegó a Irlanda desde Trípoli como estudiante en la década de 1970, donde conoció y se casó con la madre de Sam, Joanna Golden, irlandesa.
A los nueve años se trasladó con su familia a Libia, donde vivió tres años antes de volver a Irlanda. A los 16 años, una vez expulsado del colegio, trabajó en varios restaurantes y en el Libery Market, y a los 19 años se hizo cargo de un pequeño restaurante en Dublín antes de volver a Trípoli. Allí trabajó para un joyero de diamantes y en una agencia de viajes especializada en excursiones al desierto y la montaña. Con 21 años, volvió a Dublín y trabajó en el sector de la construcción durante varios años antes de su trascendental decisión de luchar contra Gadafi y ayudar en la liberación de Libia.
Siempre ha estado muy unido a la cultura del país de origen de su padre, profesando la religión musulmana.
“Como en cualquier proceso de posliberación, siempre hay un tiempo de caos y de anarquía, es como cuando un niño que empieza a andar, sus primeros pasos son dubitativos hasta convertirse en firmes, pero creo que en el pueblo libio y aunque los primeros pasos son difíciles estoy convencido de que llegaran a conseguir un estado democrático, sano, libre y en paz” afirma el autor sobre la actual situación en Libia.
Precisamente, el próximo domingo día 13 se celebrará en la capital italiana, Roma, una conferencia internacional para intentar acelerar la formación de un gobierno de unidad en Libia. El nuevo enviado especial de la misión de apoyo de la ONU para Libia (Unsmil), el alemán Martin Kobler, tachó de «inviable» el proceso paralelo a las negociaciones que se llevan bajo la mediación de la ONU y que dieron lugar a un proyecto de acuerdo a principios de octubre, después de seis meses de intensas negociaciones.
A la conferencia, asisten los jefes de la diplomacia estadounidense y rusa, John Kerry y Serguei Lavrov y representantes de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
El pasado acuerdo, fruto de un «largo y minucioso» proceso, contaba en teoría con el apoyo de la mayoría de los parlamentarios de la Cámara de Representantes de Tobruk (reconocido por la comunidad internacional), así como el Congreso Nacional General de Trípoli, pero fue bloqueado por ambos, los cuales votaron en contra.
Hay que recordar que el pasado proceso, desarrollado en Marruecos, fue llevado a cabo por el diplomático español Bernardino León y tuvo gran polémica al conocerse su fichaje a sueldo de Emiratos Árabes Unidos dirigiendo su Academia de Diplomacia.
El diario británico The Guardian reveló que desde junio León estaba negociando las condiciones económicas de su nombramiento en los Emiratos, uno de los actores en el conflicto que estaba entregando armas a uno de los bandos que luchan en Libia, en violación a las disposiciones de la ONU.
No es la única polémica que tiene León ya que en su día fue acusado de ser uno de los inspiradores del golpe de estado de Al Sisi en Egipto en 2013, según señaló el exdirector general de la Agencia Internacional de Energía Atómica, Mohamed El Baradei, quien asumió la vicepresidencia interina de Egipto tras el golpe de estado durante apenas un mes. “Se fabricó una campaña en lo que se decía lo contrario que decía el Baradei” se justifica León.
- Sam Najjair
Los leones de la brigada de Trípoli. Crónica de la lucha contra Gadafi.
Libros de la Catarata, 2015; 288 páginas
Precio: 18 euros
