Tuvo lugar hace 81 años ya. Un 18 de agosto cuando la caló aún no apretaba, Federico García Lorca fue fusilado al amanecer junto a dos anarquistas Galadí y Arcollas y el maestro Galindo.
Un hombre valiente que prefirió quedarse en su patria en la finca familiar Huerta de San Vicente en Granada. Su cuñado, alcalde de la localidad fue detenido por los militares que llegaron a la capital. Luis Rosales, el poeta, amigo entrañable a quien le confío su vida, le ofreció su casa para esconderse. Eso fue todo. Finalmente le negó tres veces como Judas y resultó ser fascista.
Fue detenido y Queipo de Llano sugirió que le dieran «café, mucho café». Café que tomó al ser fusilado en la carretera que va de Víznar a Alfacar en la provincia de Granada por homosexual y rojo, según citaban sus asesinos. Ahí terminó su historia aunque hoy sea el poeta español más leído de todos los tiempos. Un víctima del franquismo, poeta emblemático de la Generación del 27, símbolo de la Guerra Civil que hoy permanece en los libros de los chicos de la ESO que creerán imposible que fuera matado con tal empeño.
Las incognitas de su muerte perduran 80 años después; ¿dónde está enterrado? ¿fue torturado? El régimen nunca reconoció su implicación en el crimen del poeta. Nunca se hablaba de ello, todo era oculto y gris. ¿Dónde está enterrado? Se cree que en la fosa común en donde están muchos españoles; en la cuneta, allí, aquí, allá. Unos 100.000 asesinados que hoy nadie los busca.
Quiso viajar a México con su amor, Juan Ramírez de Lucas y todos sus proyectos se quedaron en la fosa que hoy todavía buscamos. Un amor truncado por el momento por la falta de contactos y por el horror en el que vivía España. Unos folios, apenas tres, fueron suficientes para que su enamorado supiera cuán grande era el amor que tenía por él. Llegaron a sus manos tres días después cuando España se separó entre los republicanos y los nacionales, fechada el 18 de julio de 1936, solamente quedaron sus palabras escritas y hace dos años fueron hechas públicas por Ramírez de Lucas antes de morir. Su amor prevalece por encima de todo porque Lorca no ha muerto nunca.
“En tu carta hay cosas que no debes, que no puedes pensar. Tú vales mucho y tienes que tener tu recompensa. Piensa en lo que puedas hacer y comunícamelo enseguida para ayudarte en lo que sea, pero obra con gran cautela. Estoy muy preocupado pero como te conozco sé que vencerás todas las dificultades porque te sobra energía, gracia y alegría, como decimos los flamencos, para parar un tren”..“Yo pienso mucho en ti y esto lo sabes tú sin necesidad de decírtelo pero con silencio y entre líneas tú debes leer todo el cariño que te tengo y toda la ternura que almacena mi corazón”
El parque de Federico García Lorca de Alfacar ha sido diseñado para honrar su memoria y para recordar sus versos y su legado; inmenso, indescriptible y tremendamente genial. Gracias a él hoy 200 artistas ilustran su obra Romancero Gitano y de esa forma, lo han coeditado con 1.000 mecenas. A partir de ahora, según la ley de propiedad intelectual, la obra de un músico, artista, científico o escritor pasa a Dominio Público a los 80 años de su fallecimiento. Eso supone que ese día es hoy, 19 de agosto. De esta forma, cualquier persona podrá sin necesidad de resarcir a los herederos por los derechos de autor, publicar, representar, cantar o adaptar la obra del mismo.
Por tanto, la obra de García Lorca hoy es patrimonio común. Estos autores han decidido ponerle imágenes a una de las obras más importantes de Lorca, entre los que se encuentran, Carla Berrocal, Javier Olivares, Malagón o LPO. Finalizado el proceso de micromecenazgo el libro es una realidad que será un punto y aparte para estos autores. Obras de Unamuno, Valle Inclán entre otros, están entre los posibles libros que se ilustren de esta forma.
Lorca no ha muerto. Nunca lo había hecho en cualquier caso.
