Un sondeo de BBC Noticias en árabe y el Barómetro Árabe sobre 25 000 personas en la llamada región MENA, Norte de África y Medio Oriente, un total de once países, revela que más del 70 por ciento de los jóvenes marroquíes quiere salir del país. Esto supone un incremento del 40 por ciento respecto a la misma encuesta en 2013.
Según el estudio los factores económicos son las principales causas de esta decisión además de la corrupción en la sociedad. Los hombres son más proclives a emigrar que las mujeres. “La proporción está aumentado tras una década que ha estado en declive” se señala en el estudio sobre los posibles aspirantes a inmigrantes.
Hay que recordar que cerca de la mitad de la población, un 45 por ciento, tiene menos de veinticinco años lo que acentúa la división por generaciones, el 70 por ciento de los menos de treinta años quiere emigrar mientras que esa cifra baja al 22 por ciento en los mayores de cuarenta años. En total, un 43 por ciento de los marroquíes quiere emigrar de ellos un 38 por ciento se muestra dispuesto a hacerlo sin papeles legales.
La mayoría quiere ir a Europa un 64 por ciento, a América del Norte un 12 por ciento, a los países del Golfo un 5 por ciento, a los países de la región MENA, el 10 por ciento y el resto a otros países.
Ese contraste de edades se da en la opinión del Gobierno, mientras la mitad de los mayores de sesenta años tienen una visión positiva, el porcentaje en el grupo de edad de dieciocho a veintinueve años baja al 18 por ciento.
También hay otros datos reveladores de la encuesta de la BBC, donde se augura que Marruecos puede vivir graves tensiones sociales como las acontecidas en Argelia y Sudán. De hecho, se recoge que la mitad de la población quiere cambios inmediatos y cita que una cuarta parte de los encuestados ha participado en marchas o actos pacíficos de protesta.
Precisamente, la actual presidenta de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) y primera mujer en ocupar el cargo, Khadija Riadi, declaró recientemente que en Marruecos se puede producir un levantamiento popular.
Respecto a la religiosidad el número de personas que se declaran no religiosas ha pasado del 3 por ciento de una encuesta efectuada en 2013 al 12 por ciento. El aumento llega al 18 por ciento en los menores de treinta años, la tasa más rápida en los países de la región.
En otros aspectos de la encuesta, un 70 por ciento admite que una mujer presidiera el Gobierno y en cuanto a las decisiones en el hogar, la mitad de los encuestados marroquíes considera que las debe tomar el hombre.
En cuanto a la aceptación de la homosexualidad el 21 por ciento de los marroquíes dice aceptarla pero, sin embargo, los llamados ‘crímenes de honor’ son aceptados por un 25 por ciento.
En el sondeo se preguntó por tres presidentes de otros países: el turco Tayyip Erdogan tiene una visión positiva para el 60 por ciento de los marroquíes, el ruso Vladimir Putin un 25 por ciento y el estadounidense Donald Trump solo llega al uno por ciento.
En cuanto a los países que perciben como una amenaza para Marruecos, un 27 por ciento cita a Israel, un 11 por ciento a Estados Unidos y un 32 por ciento no considera a ningún país como amenaza. Los encuestadores aclaran que el porcentaje no llega al 100 por cien ya que no se cuentan los que rehusaron responder a la cuestión y los que citaron a otros países con mucho menor porcentaje.
En Marruecos el estudio se efectuó del 11 de octubre al 8 de diciembre de 2018 y se repartieron las preguntas por doce regiones. La BBC menciona que intentó conocer la opinión del Gobierno respecto a los datos pero que fue en vano, no recibieron respuesta.
Polémica por la Fiesta del Trono e inmigración en el Sahara
Estos datos coinciden con una serie de declaraciones y hechos como son, por un lado, en la wilaya (Ayuntamiento) de la capital, Rabat, existió una polémica con motivo de la Fiesta del Trono que este año celebra el décimo aniversario de la entronización de Mohamed VI.
La Federación de Izquierda Democrática (FGD, siglas en francés), el Podemos marroquí, se opuso a la transferencia de 4 millones de dírhams (367 700 euros) para la celebración de un festival de luces con motivo de la Fiesta del Trono a pesar que desde el propio Palacio Real se solicitó que no hubiera “celebraciones adicionales o especiales”.
Uno de los dos diputados de la FGD en el Parlamento marroquí, Omar Balafrej, denunció que ese dinero estaba destinado previamente a la salud pública y al transporte urbano, por lo que votaron en contra acusando al Ayuntamiento que dirige el partido del Gobierno, el islamista Partido Justicia y Desarrollo (PJD), de “despilfarro del dinero público”.
Habría que recordar que este mismo diputado votó en el Parlamento marroquí contra el presupuesto de la Casa Real y criticó la línea de alta velocidad Rabat-Tánger señalando que con el coste de diez metros de esta vía se podía construir una escuela en el mundo rural.
Por otra parte, en el reciente naufragio de una patera que salió de la ciudad saharaui de Dajla y se dirigía a las islas Canarias falleció un conocido rapero saharaui, Said Uld Mohsen Uld Lili, alias Flitox, opositor al régimen marroquí. Por ejemplo, en una de sus letras decía: “Devoraron nuestro mar, devoraron nuestros peces, nos quieren devorar”. En su entierro en El Aaiún se exhibieron banderas saharauis.
El joven había participado en el documental ‘Life is waiting’, de la cineasta brasileña americana Iara Lee, documental que recoge la vida de los músicos saharauis en el exilio. Además tenía lazos familiares con el conocido periodista saharaui exiliado y expresentador de la cadena televisiva pública marroquí Al Oula, Mohamed Radi Ellili, quien en 2017 dejó Marruecos tras considerarse discriminado por su origen saharaui criticando la postura oficial ante el Sahara. Actualmente se encuentra refugiado en Francia.
La inmigración clandestina incluye, como en este caso y en otros de activistas del Rif, también perseguidos políticos y no solo económicos. Por otro lado, el número de visas ofrecidas por los consulados franceses en Marruecos ascendieron a 310 000, en los españoles alcanzaron los 220 000, cifras ambas referidas al año pasado 2018.
Es curioso, cuando se habla de partidos políticos de derechas en países con mayoría musulmana los partidos conservadores son llamados islamistas, mientras que en Europa los llamáis partidos «conservadores».