Me rio por no follar. El estado de su malestar

Luis de Luis [1]

Podría haberlo hecho, pero no lo ha hecho, podría haber entonado un largo lamento, haberse desgarrado las tripas y retorcido por los suelos echando espumarajos por la boca. Hubiera resultado muy banal, artificial y tópico. Y ella no es ninguna de esas tres cosas, ella es, al fin y al cabo, Marisol Galdón y sabe de sobra como ofrecerse, como utilizar la clase y lucidez, en definitiva, la inteligencia, de la que siempre ha hecho gala.

Marisol-Galdon-me-rio Me rio por no follar. El estado de su malestarYa deja claro, con el (voluntariamente) nada críptico título de esta función “Me rio por no follar” por donde van a ir los tiros de este monólogo, eso sí, el espectador haría bien en saber que este partido se va a jugar en los términos de Galdón.

Marisol Galdón se va a quitar la coraza y se va a dejar entrever. No, no se expone, ni se abre en canal. No se va a rebozar por el suelo, ni va a echar espumarajos por la boca.

No le pega, no le va, no se lo consiente …no podría.

Para el envite que ofrece los miércoles del verano madrileño en la Sala Membrives del Teatro Lara, se ha provisto de un texto doblemente excelente y eficiente, tanto por su esmerada factura literaria como por su flexibilidad para ser interpretado, manoseado y jugueteado.

Despojada de culpas y remordimientos y armada con un sentido del humor profundo desmenuza, relativiza y, por otra parte, enaltece cualquier situación, cualquier anécdota o cualquier recuerdo de sus avatares y vericuetos sentimentales sin olvidar nunca, claro, el sentido del espectáculo que tiene tatuado en el ADN.

Y así, Marisol Galdón tarda cerocoma en prender la atención del público que, claro, ya no está por la labor de soltar así que baja y sube la guardia a capricho y sazón para, chapliniana, arrevistada y vodevilesca, contar el estado de su malestar y desplegar bailes y cantes, guiños a Alaskas, brindis a Flores, fabulosas narraciones por historias, carismas e ingenuidades,  goles por la escuadra y penaltis fallidos, durante la breve hora y media que dura  la función antes de soltar a sus espectadores ( porque los/nos ha expropiado) de vuelta a casa fritos de satisfacción con la sonrisa en la cara.

Una sonrisa de esas que tardan en borrarse.

Y mucho.

  1. Luis de Luis es crítico teatral

Ficha artística y técnica

  • Autora, directora e intérprete: Marisol Galdón
    Iluminación: José Julién García
    Fotografía: David García Amaya

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