El lunes 10 de octubre 2022 fueron asesinados en Tegucigalpa, ciudad capital de Honduras, el joven periodista Edwin Josué Andino y su padre por sicarios que los sacaron de su domicilio para luego ejecutarlos.
La directora del no gubernamental Comité por la Libre Expresión, C-Libre, Amada Ponce, denunció en forma pública que los ejecutores le taparon la boca con cinta adhesiva al comunicador, vil acto que «estaría asociado a un silenciamiento de la prensa».
La dirigente del C-Libre, además, expuso que Edwin Josué Andino es «el quinto periodista asesinado en el país en lo que va del año, el cuarto en el gobierno de la presidenta Xiomara Castro», quien asumió el 27 de enero pasado, y «el 98 desde el año 2001».
Desde luego que, de acuerdo con el Monitoreo Permanente de los asesinatos y desapariciones forzadas de periodistas y demás víctimas del gremio organizado de México, que conforman la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, el Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE, y las organizaciones que las integran, nuestra realidad en más que lacerante.
Nuestro registro puntual y documentado, nos hace saber que, en lo que va de 2022, en México se han cometido veinticuatro asesinatos: dieciséis periodistas; un locutor; tres trabajadores de prensa; tres familiares y un amigo de comunicadores.
De 2000 a la fecha, se han producido 303 asesinatos: 255 periodistas; cinco locutores; catorce trabajadores de la prensa; quince familiares y diez amigos de comunicadores; dos civiles, y dos escoltas.
Las luchas por la preservación física de los periodistas hermanan a nuestras organizaciones gremiales de México, Honduras y de otras naciones que sufren este brutal fenómeno que se incrementa y no cesa por la vergonzante impunidad prevaleciente.
El periodista Edwin Josué Andino, según la dirigente, fue asesinado por hombres armados luego de irrumpir en su domicilio en la colonia Villafranca de la capital de Honduras. Edwin Josué, de veintitrés años, quien trabajaba en el canal LTV, «murió de un disparo a quemarropa en el rostro», declaró.
«Sumamente consternado por la muerte de Edwin Andino. Un valor del periodismo, lo vimos crecer y desarrollarse en las aulas, un muchacho sano, graduado con excelencia académica», posteó en las redes sociales el periodista Aldo Romero, profesor de la universidad privada donde se graduó el comunicador.
Honduras y México están catalogados por organismos internacionales como los países más peligrosos del mundo para el ejercicio del periodismo.
A pesar de ello o por ello mismo, sigamos en la lucha, no podemos claudicar, como lo hemos dicho y repetido: sin las libertades de prensa y expresión no hay democracia, no hay, en sentido estricto, sociedad como tal, no hay nada.
