Líderes y activistas musulmanes han condenado la acción terrorista en París contra el periódico satírico Charlie Hebdo, reiterando el verso en el Corán que dice que cuando se mata a una sola persona inocente, es como si se hubiera matado a toda la humanidad.
La Gran Mezquita de París, una de las más grandes de Francia, emitió un comunicado en su página web poco después del atentado, diciendo que su comunidad estaba “sorprendida” y “horrorizada” por la violencia del ataque al tiempo que añadía: “Condenamos enérgicamente estos hechos y esperamos que las autoridades actúen eficazmente. Nuestra comunidad está en estado de shock por lo que acaba de suceder. Este ataque constituye un serio ataque a nuestra democracia y una brutal declaración de guerra. Los tiempos han cambiado, y ahora estamos entrando en una nueva era de confrontación”.
La Unión de Organizaciones Islámicas de Francia también escribió en su sitio web: “El UOIF condena en los términos más enérgicos este ataque criminal, y estos horribles asesinatos. La UOIF expresa su más sentido pésame a las familias y todos los empleados de Charlie Hebdo”.
Hassen Chalghoumi, imam de la mezquita de Drancy en Seine-Saint-Denis, suburbio de París, habló con BFM TV de Francia y condenó a los atacantes diciendo: “Su barbarie no tiene nada que ver con el Islam, estoy muy enojado, estos son criminales, bárbaros. Han vendido su alma al infierno. Esto no es libertad. Esto no es el Islam y espero que los franceses saldrán unidos de todo esto”.
Condena en España
La Comisión Islámica de España (CIE), representante oficial de los musulmanes ante el Estado Español, expresa en un comunicado su total condena a los atentados de París contra los empleados del semanario Charlie Hebdo: «la comunidad musulmana de España ha venido reiterando en los últimos años su rechazo y firme condena al terrorismo y a la violencia en todas sus formas».
Señalan también que los individuos autores de los atentados «no representan para nada ni el Islam ni a la comunidad musulmana sino que por sus actos y actuaciones son enemigos declarados de nuestra religión y de toda la comunidad musulmana en Europa y el mundo entero».
La CIE subrayar a este respecto la importancia que ha tenido la fatua contra el terrorismo lanzada por la Comisión en marzo de 2005, recogida por medios de comunicación de los cinco continentes, que la consideraron como una pieza clave en la lucha contra el terrorismo, y que ha dado lugar a edictos similares en otros países.
Esta fatua ponía de relieve que Islam y terrorismo son términos incompatibles, ya que «el Islam no tolera ni justifica ningún tipo de terrorismo, con independencia de quien sea el que lo cometa».
Añade la CIE que «el terrorismo es un claro enemigo de todos aquellos que estamos trabajando en pro de la convivencia y de una sociedad incluyente y multicultural como la que defendemos los musulmanes de España».
La CIE se felicita además por los éxitos logrados en la lucha contra el terrorismo internacional como «fruto de la acción concertada de varios países, incluyendo los estados de mayoría musulmana, que son las víctimas primeras y más importantes de este terrorismo», y llama a todos los países a luchar contra esta lacra sin ambigüedad y sin caer en la trampa de utilizarlo para alcanzar objetivos políticos.
Concluye que el terrorismo se ha convertido además en «un instrumento generador de islamofobia en manos de todos aquellos que buscan difundir el odio contra el Islam y los musulmanes», y recuerdan que los juicios habidos en España por el 11-M «constituyeron una lección de cómo un estado democrático puede combatir la lacra del terrorismo con eficacia dentro del respeto al marco constitucional y legal y a los principios que la Unión Europea defiende y en los que está basada».
La CIE anuncia la convocatoria de una conferencia en Madrid con expertos musulmanes de varios países de Europa «para mostrar un rechazo más rotundo al terrorismo» que quedará registrado en una declaración oficial.
