El conflicto bélico entre Armenia y Azerbaiyán por el enclave de Nagorno Karabaj prosigue tras tres semanas, a pesar del anuncio de un nuevo acuerdo de tregua humanitaria. De hecho, Azerbaiyán, al igual que en la primera tregua, no ha dudado en violarla: «el propósito de la tregua humanitaria era intercambiar prisioneros y cuerpos, no el fin de la guerra», señaló su portavoz.
Por otra parte, la versión de la guerra en distintos medios de comunicación sigue generando reacciones. Así, cientos de armenios se manifestaron frente a la sede de la televisión BBC, en Londres, para protestar por el «tratamiento sesgado de la información» sobre la agresión en Nagorno Karabaj, (Artsaj) por parte de Azerbaiyán y Turquía.
Los manifestantes corearon lemas y desplegaron pancartas que decían «¡Qué vergüenza para la BBC!»,«Dejad de difundir mentiras azeríes y turcas» o «¡BBC, diga la verdad!».
Los concentrados cantaron canciones patrióticas armenias, mientras mostraban banderas de Armenia y Artsaj, pidiendo a la opinión pública británica que impida que la BBC oculte la verdad sobre la agresión de Azerbaiyán en Artsaj.
Otros manifestantes exhibieron carteles que decían «¡Reconoced a Artsaj!»,«¡Poned fin a la agresión!» y «¡Tu silencio está matando a la población civil!».
Hay que recordar las importantes vinculaciones de Azerbaiyán en el Reino Unido, ya que la élite azerí tiene muchos intereses en Londres donde poseen muchas propiedades. Así, un grupo de bailarines azeríes llegó a actuar delante de la reina Isabel II. Además, el ex primer ministro, Tony Blair, llegó a cobrar 150 000 dólares por acudir a la inauguración de una planta de metanol en Azerbaiyán y el príncipe Carlos tiene una cordial relación con el presidente azerí Ilham Aliev.
Tal vez lo más significativo es la construcción del glamour de la hija del déspota azerí, Leyla, fabricada por la agencia Freud Communications que dirige un bisnieto del fundador del psicoanálisis, Matthew Freud. La compañía le asesora en la revista Bakú que dirige Leyla, donde su contenido está lleno de Ferraris, lujos, restaurantes y alta moda.
Control a France24
Por otro lado, hace unos días, la periodista del canal France 24 TV Katherine Norris-Trent, quien viajó especialmente a Bakú –donde entrevistó a su presidente Ilham Aliev- y cubre el conflicto de Artsaj, confirmó en una transmisión en vivo que el gobierno de Azerbaiyán controla constantemente su trabajo en el lugar y limita sus movimientos.
De acuerdo con lo narrado por la reportera francesa, las autoridades azeríes no solo monitorean su trabajo, sino que además le niegan el derecho a cubrir algunos acontecimientos. Incluso aseguró que alguien los acompaña e interviene inmediatamente en el momento en el que quieren hablar con los ciudadanos.
Durante una conexión con el canal francés, Norris-Trent, -de origen británico- manifestó que, debido a este control gubernamental, es realmente difícil dilucidar qué es lo que está ocurriendo realmente: «Es importante que la gente sepa las condiciones en las que trabajamos y que nuestros movimientos y nuestra libertad para informar están bajo control».
Diario ruso muestra apoyo turco a Azerbaiyán
Por otra parte, el periódico ruso Kommersant informó de que según fuentes diplomáticas y militares, «el ataque desatado por Azerbaiyán en Nagorno Karabaj» fue dirigido personalmente por el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, quien llegó del 28 al 30 de septiembre en el inicio de los ataques.
Según publicó Kommersant, la participación técnico-militar de Turquía en la guerra contra Artsaj, fue planificada de antemano por los líderes políticos y militares de Turquía.
De acuerdo al medio, en los últimos meses, Ankara venía provocando activamente a Bakú para que inicie hostilidades, prometiendo una amplia asistencia política, diplomática, de inteligencia y técnico-militar.
«Una gran cantidad de equipo militar, municiones y militares se transfirió de Turquía a Azerbaiyán en septiembre-octubre», refleja Kommersant.
