Una tribuna, publicada en el diario francés Le Monde y firmada por un colectivo de personalidades internacionales del mundo de la cultura y el cine –entre ellas los cineastas Jean-Luc Godard, Ken Loach, Robert Guédiguian, Christophe Honoré, Toni Marshall, Bertrand Tavernier, Costa Gavras, Riad Saouff, Olivier Nakache y Michel Hazanavicius así como la ministra de Cultura francesa, Françoise Nyssen– exige la libertad urgente del cineasta ucraniano Oleg Sentsov, en peligro de muerte por llevar tres meses en huelga de hambre en una cárcel rusa.
Oleg Sentsov, condenado a veinte años de trabajos forzados por un tribunal militar ruso, lleva cuatro años internado en el campo de Kharp, “el peor lugar de detención de toda Rusia”, al norte del círculo polar ártico, «en condiciones espantosas e inhumanas», recuerdan los firmantes del artículo. «Desde que inició la huelga de hambre ha adelgazado treinta kilos. Su condena, en un proceso en el que manifiestamente no se respetaron los derechos de la defensa, es una violación del derecho internacional y de las normas fundamentales de la justicia».
Los firmantes del artículo se preguntan si el delito cometido por Sentsov “no habrá sido manifestar su libertad de expresión, expresar su compromiso político a través de su arte”: “No hacer nada, sería dejar que Oleg Sentsov muera. Sería renunciar a nuestros valores y nuestros principios, tolera que se pueda matar a alguien por sus ideas, sus opiniones o su posicionamiento”. Finalizan pidiendo una movilización internacional para obligar presidente ruso, Vladimir Putin, a «parar esta tragedia humana y democrática».
Oleg Sentsov, autor de un primer largometraje de ficción titulado Gaamer (2011), es un conocido opositor a la anexión de Crimea por Rusia lo que, evidentemente, le situó en el punto de mira de las autoridades rusas que castigan así su rebeldía. En su día, la condena suscitó numerosas reacciones de protesta, entre ellas las de más de mil miembros de la Academia Europea del Cine como Wim Wenders, Ken Loach y Aki Kaurismaki, y los realizadores rusos Alexandre Sokourov, Andreï Zviaguintsev e incluso Nikita Mikhalkov, considerado persona cercana al presidente ruso, Vladimir Putin, quienes escribieron una carta a Putin pidiendo su libertad.
Oleg Sentsov, ucraniano nacido en Crimea en 1976, realizador, guionista y productor de cine, fue detenido en mayo de 2014, en su domicilio de Crimea, al mismo tiempo que el militante ecologista Alexandre Koltchenko, por el Servicio Federal de Seguridad de la Federación de Rusia (FSB, antiguo KGB) acusado de coordinar las actividades de un grupo ultranacionalista ucraniano que pensaba atacar organizaciones prorrusas y de “preparación de actos terroristas”. Sentsov negó todos los cargos que se le imputaban y aseguró que su caso “está motivado por razones políticas, y falsificado”. Dijo que la policía rusa le golpeó y torturó durante su detención, y que le amenazó con violarle mientras permaneció en detención preventiva.
La fiscalía rusa se negó a reconocerle la nacionalidad ucraniana, asegurando que se trata de un ciudadano ruso ya que “ahora Crimea pertenece a Rusia”. Según la versión policial en la primavera de 2014, poco después de que Rusia se anexionara Crimea, Oleg Sentsov “dio a sus cómplices la orden de derribar una estatua de Lenin en la localidad de Simféropol, en Crimea”. La policía rusa pretende también que Sentsov preparaba otro ataque al Memorial de la Llama Eterna, en la misma localidad.