Estrellas de cine y primeras damas de los Estados Unidos fueron vestidas por Oscar de la Renta, diseñador y empresario dominicano que nunca olvido sus orígenes y llegó a ser uno de los grandes de la moda internacional.
Nacido en República Dominicana el 22 de Julio de 1932, de madre dominicana y padre puertorriqueño, se fue muy joven a España a estudiar arte y empezó a diseñar ropa hasta que encontró, al lado del modista Cristobal Balenciaga, su vocación y la realización de su carrera. No en vano, Oscar de la Renta considera a Balenciaga su mentor.
Al regresar a Estados Unidos, sus diseños y modelos conquistaron el alma y el mercado del vestido de mujer. Creó una gran empresa y renovó el diseño de ropa femenina con un estilo romántico y elegante, pero comprendiendo las necesidades de la mujer moderna. Más tarde, expandió su empresa incorporando la línea de accesorios: carteras, zapatos y cinturones. Añadio joyeria, pieles y gafas, y consagró un especial interés a la sección de fragancias y perfumes. Exploró la línea masculina con trajes y ropa deportiva, enfocándose en atractivas corbatas. No se olvidó de los niños a quien dedicó una parte de sus diseños y creaciones.
Murió el 20 de octubre de 2014 en su casa de Connecticut, a la edad de 82 años, después de haber batallado contra un cáncer durante varios años.
Lo conocí en la década del 90, en New York, en una exposición de pintura, en la galeria de Americas Society, en Park Avenue, a poca distancia de donde esta ubicada su boutique. Hablamos del arte latinoamericano, pintores, de Tamayo, Lam, Botero y de la coquetería de la mujer latina. Le comenté que mi madre me había regalado un vestido de la Renta y cada vez que me lo ponía me sentía una princesa. Le causó mucha gracia el comentario y me dijo que de eso se trataba su estilo: que cada mujer se sintiera bien con su vestido, que lo llevara feliz como parte de su cuerpo, de una manera natural.
Era distinguido, culto y encantador. Quedamos en vernos para una entrevista y seguir hablando de arte, tema que lo apasionaba. Volví a encontrarlo cuando cubría una de las semanas de la moda en New York, su fama y su prestigio habían alcanzado nivel internacional; en medio de luces, pasarelas, fotógrafos y modelos, lucía siempre amable, reiteramos el encuentro para la entrevista y la charla, que diversos avatares pospusieron. Ante su muerte, su recuerdo galante y sus elegantes creaciones vuelven a mi.
Sin duda, la gracia latina, la naturaleza y los colores del Caribe, sus conocimientos de historia del arte y la armonía visual influyeron en su creación. Sus modelos usan colores audaces, pero siempre dentro del buen gusto y el equilibrio, tal vez, ése, sea su secreto, el toque eternamente femenino que tiene su ropa y que hace que las mujeres lo hayan preferido. Aunque vistió a celebridades, su estilo iba dirigido a la mujer moderna y activa, supo compenetrarse de ese deseo femenino de lucir bien, de sentirse cómoda pero dentro de un marco de distinción y diferencia.
Al vestir a Jacqueline Kennedy, su nombre se colocó en la primera plana de los modistos. La lista de personalidades se amplió, Nancy Reagan portó alguna de sus creaciones, igualmente la señora del presidente Bush, y la actual primera dama, Michelle Obama. También vistió a famosas actrices y cantantes como Penélope Cruz y Shakira; Sarah Jessica Parker reconoció que fue un privilegio haber sido vestida por Oscar de la Renta.
Junto con su tarea empresarial y de diseñador, llevó a cabo una tarea de beneficencia ayudando a los niños de su país natal, y a entidades de caridad. En New York era invitado de honor a noches de gala de dichas instituciones.
Adoptó un niño dominicano, heredero de su emporio. Casado dos veces supo guardar su privacidad y en medio de las luces y la fama mantuvo la compostura de un gran señor.
En 2011, le otorgaron la Gran Cruz de la Orden de la Reina Sofia del Instituto Español, siendo entonces su presidente. Otros honores y premios se unieron a su larga trayectoria, galardonada por reconocimineto y fama y donde marcó con sus diseños creativos el verdadero legado que deja al mundo de la moda. Una concepción estética de la mujer, poniendo en relevancia el toque femenino y el aspecto romántico, pero adaptada a la practicidad moderna.
Se ha ido un grande de la costura internacional, fuente de inspiración para los jóvenes diseñadores latinamericanos, a quienes les ha abierto un importante camino en los Estados Unidos.
Querido Oscar de la Renta, no te olvidaremos.
