Como dice el poema del escritor francés Baudelaire, “calma, lujo y sensualidad”, ésto ofrece el elegante balneario de la Costa de oro de la Florida Palm Beach, una isla paralela al continente, bordeando el Atlántico, de suave clima tropical, con extensas playas, atractivos museos y ferias de arte. Lugar de millonarios y de presidentes, de sueños urbanísticos, negocios y placer. Sin duda, uno de los lugares más bellos de Estados Unidos.
Fue el empresario Herny M. Flager quien comenzó a desarrollar y urbanizar el Sur de la Florida, extendiendo en 1890, el ferrocarril y creando un verdadero interés en la región. Flager se enamoró de Palm Beach y contagió de entusiasmo a grandes magnates que se unieron al progreso y construyeron sus mansiones en la zona. Así se pueden apreciar las villas de Rockefeller, Vanderbilt, Colgate y Kellogs. El hechizo continua hasta hoy con las casas de los presidentes Kennedy, Trump y otras celebridades.
La casa de Kenendy pasó a manos privadas, mientras que la mansión del presidente Trump, Mar-a-Lago, una propiedad de 114 habitaciones, adaptada como exclusivo club con membresia, recibe la visita presidencial casi todos los fines de semana, cerrando el acceso a la ruta panorámica sobre el mar por el despliegue policial y la seguridad. Es la cara actual de Palm Beach.
Mientras que en el pasado, en la década de 1920, el arquitecto Addison Mizner, creó un estilo señorial mezcla de colonial español, renacimiento con toques moriscos, y lo plasmó en la mayor parte de los edificios públicos del antiguo pueblo de Palm Beach, la plaza pública y la Alcaldía, corazón histórico de la ciudad, con una arteria principal de elegantes boutiques y restaurantes.
Entre las casas de famosos encontramos en 720 de South Ocean Boulevard, la mansión de la empresaria de cosméticos Esther Lauder, hacia el norte del boulevard se encuentra la residencia de los Kennedy hasta 1995 y donde el presidente solía pasar sus vacaciones.
Es Whitehall, el palacio de Henry Flager, lo que marca el estilo de vida de la gran época, llamada Gilded Age (Edad dorada), entre la Guerra de Secesión, la cual produjo una gran expansión económica. La mansión fue construída en 1902, dedicada a su esposa y fue decorada por ella, Mary Lily Kenan, quien organizaba grandes galas. A la muerte del empresario se convirtió en un exclusivo hotel, hasta que en 1959 fue restaurada y se abrió como Museo. Ostenta el gran Hall, la Biblioteca de estilo renacentista y el salón principal, un comedor instalado con vajilla de la época, además de 58 cuartos en la segunda planta. La mansión está rodeada de un bello jardín sobre el gran canal. Hoy, el canal es marina de lujosos yates y uno de los centros náuticos más importantes del país.
Cruzando el puente se llega a la zona moderna y comercial donde se encuentra el Museo Norton, establecido en 1941, con obras donadas por el coleccionista Ralph Norton, empresario de Chicago que se retiró a este lugar. Se aprecian obras de los impresionistas y de Cezanne, Braque, Matisse, Gauguin, Picasso y una buena colección de arte americano del siglo XX.
Varios elegantes campos de golf circundan el área y una extensa playa de arenas blancas invita a gozar del mar y del sol.
Ferias de arte en Palm Beach
Durante la temporada invernal las ferias de arte conmueven el ambiente cultural. Art Palm Beach Internacional es la pionera y está dirigida por Lee Ann Lester, quien confirma: “Hemos sido feria de arte precursora en Miami, con Art Miami y hace años, estamos en Palm Beach y mantenemos ese perfil abierto y de calidad.”
Art Palm Beach Internacional cubre un campo de estética ecléctica, presentando galerías con artistas consagrados y emergentes, con técnicas diversas: vidrio y cerámica, joyería, esculturas, diseño, muebles, tapices, libros y revistas. Una feria versátil que se recorre con interés.
Destacamos el stand de Art Pulse Projets, los maestros cubanos en Latin ArtCore, los bellos objetos en madera y vidrio de Glasskibe de Dinamarca de la Galeria Kattegat, Officina Della Scala con piezas de gran diseño, los dibujos de Arinze Stanley y Ayo Filade, y la instalación del artista italiano Stefano Ogliari Badessi que une la concepción de una instalación desplegable con la que viaja a diferentes países. Muy interesante la presencia de galerías con concepto de estrategias financieras y de mercadeo, como la Galeria Fernando Luis Alvarez de Stamford. Dentro de este festival de arte se desarrollan conferencias sobre temas de arte y encuentro entre curadores, artistas y coleccionistas.
Otra representación del arte se encuentra en la Feria Palm Beach Modern and Contemporany Art, donde maestros como Miro, Matisse, Picasso y Chagall conviven con emergentes y artistas americanos. Más de 70 Galerias reconocidas, entre ellas: Ascaso Gallery, Durban Segnini, Leila Mordoch, Cernuda Arte, Opera, Wyndwood 28 y otras igualmente renombradas se dieron cita en Palm Beach Modern and Contemporany Art.
Esta fiesta del arte es apoyada por los museos Norton de Palm Beach y el Museo de Arte de Boca Raton, que comenzó en la década de los 40, siendo uno de los más antiguos de la región, construyó su nueva sede en Mizner Park con su Colección de Arte Prehispánico y Africano, Colección de vidrio, el Forum de Fotografía y el Foro de Arquitectura además de la importante Escuela de Arte y su jardín de esculturas.
Fue en el antiguo Museo de Boca Raton donde conocí al gran artista chileno Roberto Matta, que nos ofreció una visita guiada explicando su obra, recuerdo su vivacidad y entusiasmo, unos pocos años antes de morir.
El museo organiza permanentes exposiciones, como la inaugurada en esta ocasión del artista Alex Katz, de obras de pequeño formato, que revelan otro aspecto de este reconocido maestro norteamericano que expuso en la Tate de Londres, en el Pompidou de Paris, y en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia de Madrid.
Palm Beach y sus alrededores bien valen una visita y el tiempo ideal es durante la temporada de ferias de arte. Palm Beach donde el lujo y el arte los espera.
