Se estima que aproximadamente en Europa existen personas pobres que trabajan que no pueden cubrir sus necesidades básicas. Personas que han sufrido varias crisis, tienen más de 45 años, viven en condiciones infrahumanas, viven en la calle, sin techo y además, no tienen recursos ni posibilidad de crearlos.
En España, 2,5 millones de personas viven en la pobreza severa, es decir un 5,4% de la población, dato que sube por primera vez en tres años y además, un cuarto de la población (12 millones) está en riesgo de pobreza o exclusión social sumado a que más de la mitad de los españoles tiene alguna dificultad para llegar a final de mes. Los datos que constan en el informe presentado por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y Exclusión Social (EAPN) consta que cuestiones como poner la calefacción, comer carne, disponer de un vehículo o comprar medicamentos se ha convertido en un lujo para millones de personas.
Entre los datos significativos figuran las familias monoparentales, los mayores de 65 años, mujeres y niños sin estudios que llegaron mal a la crisis y debido a los diversos años sin empleo se ha incrementado su estado de pobreza severa. Vivir al límite, tener precariedad laboral debido a la edad o tener hijos, hace que las mujeres sean las más afectadas sobre todo en aquellas familias en donde se han roto los vínculos.
La tasa AROPE de España figura como la séptima más alta de todos los países miembros de la Unión Europea, solo superada por Bulgaria, Rumanía, Grecia, Lituania, Italia y Letonia. Además, cerca de 109 millones de europeos están amenazados por la pobreza y exclusión social según datos que recoge también el Eurostat.
Tener trabajo no es sinónimo de poder vivir ni tampoco de no ser pobre. Los trabajadores pobres son aquellos que cobran un sueldo muy bajo y que trabajando no disponen de lo básico para llegar a fin de mes. Contratos cortos, precarios, a tiempo parcial y con bajos sueldos condenan a personas con 45 años a estar al menos 8 años en paro.
En los últimos cuatro años (2014-2018) un crecimiento del PIB de 3.840€, que equivale al 17,5%, sólo consiguió una disminución de siete décimas en la tasa de pobreza.
Lo triste hace que España incumpla claramente los compromisos adquiridos en el marco de la Estrategia Europea 2020 que incluyen reducir en 1.5 millones el número de personas en riesgo de pobreza y exclusión social, algo realmente inalcanzable actualmente con estas cifras tan desoladoras.
