Tras el anuncio de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, de presentarse a las primarias socialistas como candidata a la secretaría general del PSOE podemos decir que la terna está servida, después de que ya lo hayan hecho anteriormente los otros dos candidatos en liza, Pedro Sánchez y Patxi López.
Susana Díaz en un acto electoralEl hecho en sí de estas primarias ha despertado un gran revuelo mediático, que lo va a seguir teniendo de aquí a la elección de uno de los candidatos para dicho puesto, seguramente en el próximo mes de mayo, y esto por varios motivos: en primer lugar, porque el PSOE es el único partido en España que emplea este sistema, y por lo tanto no puede compararse con ningún otro. Y esto, para bien o para mal, tiene un coste mediático.
Por otra parte, los socialistas llegan a este punto tras lo anteriormente sucedido con el anterior secretario general, Pedro Sánchez, conocido hasta la saciedad. Un hecho mediante el cual para algunos fue descabalgado de dicho puesto, mientras que para otros perdió una votación en el último Comité Federal, tras lo que presentó su dimisión. Sea como fuere, lo cierto es que en estos momentos en la familia socialista anidan diferentes pareceres, y serán las próximas urnas las que tengan la última palabra, que todos democráticamente deberían acatar, por el propio bien de un partido largamente centenario que ya ha gobernado el país, y que llegado el caso puede hacerlo de nuevo.
Pedro Sánchez en un cartel de propaganda del PSOE con el lema «conectamos»Harían mal los candidatos, y con ello el resto de los cerca de 200 000 afiliados al PSOE, en convertir estas primarias, que son en sí un ejemplo democrático, en algo así como una especie OK Corral, recordando aquel duelo entre pistoleros del legendario Oeste americano que acabó siendo una carnicería. Porque no se trata de saber quién es el más rápido desenfundando ocurrencias, mirando de soslayo, sino quién es la persona más adecuada en estos momentos para dirigir un partido fraccionado, un partido que ha dado tanto y del que se espera tanto. La sede del PSOE, de la calle Ferraz, no puede ser de nuevo una especie de corral de Tombstone de Arizona donde dirimir cuitas, sino la casa madre de una organización histórica.
Partiendo de la base de que los tres candidatos son socialistas a carta cabal, a los que por tanto les une el mismo gen y que a buen seguro quieren lo mejor tanto para su partido como para la sociedad de la que forman parte y a la que quieren transformar, es lo mínimo que se espera de ellos. Cada uno con su estilo, forma de ser, pero a los que tanto dentro como fuera del PSOE ya se les han colocado etiquetas. Algunos datos vamos conociendo tras sus últimas apariciones, cuando todavía no ha comenzado oficialmente la campaña de las primarias.
Patxi LópezAsí, según palabras de Pedro Sánchez, “En estas primarias solo hay dos opciones: el PSOE del Siglo XX o el PSOE del Siglo XXI”. Por su parte, Susana Díaz es partidaria de un partido “100 % PSOE”, mientras que Patxi López, escudado tras el atril de “Con Patxi ganamos todos”, es abiertamente partidario de los debates de los candidatos dentro de la organización. Los tres, con sus correspondientes equipos, van a estar en el foco de la noticia un día sí y otro también de aquí al próximo cónclave socialista tras el que saldrá la fumata blanca de un ganador, o ganadora, en cualquier caso.
De ahí la importancia del debate que va a organizar la gestora del PSOE como máxima responsable del partido en este interregno, para conocer más en profundidad qué piensa hacer cada uno de ellos en caso de resultar vencedor en las urnas. Un debate en el que, huyendo de los shows televisivos tan en boga, los candidatos expongan con seriedad tanto a la militancia socialista como al resto de la sociedad qué modelo de partido quieren dentro de la filosofía socialista, qué piensan hacer acerca de la defensa de la sociedad del bienestar, con quién se quiere ir de la mano, o de pactar, en caso de necesidad; qué tipo de sanidad, de educación, de economía, se quiere para el país que tal vez un día gobiernen; qué se piensa sobre la unidad de España, la posible reforma de la Constitución, y cosas por el estilo. Esas cosas son las que deben tenerse en cuenta para que a la hora de la verdad nadie se venga a andanas, y no quedarse en el florido discurso siempre dispuesto a regalar el oído
Las primarias socialistas, que son un hecho democrático en toda regla, están en estos momentos en el ojo de huracán y lo van a seguir estando hasta el último día, con sus ventajas e inconvenientes, porque es un precio a pagar. Pero los militantes del PSOE son los únicos en estos momentos que pueden elegir libremente a la persona que va a ser su máximo responsable en los próximos años. De ahí la importancia de una buena elección.
