El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha informado de que se ha procedido a destruir el último lote de armas químicas rusas que permanecían almacenadas en el país.
«Rusia cumple estrictamente sus obligaciones internacionales, incluidas las relacionadas con la no proliferación y las reducciones de armas de destrucción masiva», dijo Putin este miércoles 27 de septiembre de 2017, en una alocución televisada en la que criticó que EE. UU. esté demorando destruir sus depósitos de estas armas químicas.
Putin expreso que «históricamente, Rusia era uno de los mayores poseedores de armas químicas y Estados Unidos sigue siendo uno de ellos. Desafortunadamente, Estados Unidos no está cumpliendo con el plazo para deshacerse de sus armas químicas. Han empujado la fecha tres veces, citando una falta de fondos. Esto, francamente, suena extraño», agregó.
Las críticas de Putin a Estados Unidos se produjeron cuando la planta rusa de eliminación de armas químicas cerca de la aldea de Kizner, Udmurtia, en los Urales destruyó los últimos restos del arsenal ruso.
Las imágenes del proceso histórico mostraron una concha de artillería con una nota en ruso diciendo «Adiós a los brazos químicos» que se vació y descontaminó en una línea de producción automatizada.
El presidente dijo que el ejemplo de Rusia al cumplir su promesa de destruir su arsenal, que se cumplió el miércoles 27 mucho antes del plazo inicial, debería alentar a otras naciones a seguir su ejemplo.
Rusia comenzó a destruir su arsenal de armas químicas en 1996, poco antes de ratificar su adhesión a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, el organismo de control de la Convención.
En ese momento, el arsenal de armas químicas de Rusia fue declarado como 40 000 toneladas, y Estados Unidos poseía una cantidad similar.
Cuando los Estados Unidos ratificaron el Tratado de la Convención sobre Armas Químicas en 1997, acordaron destruir todas sus armas químicas antes del 29 de abril de 2012. De este modo, logró disponer de alrededor del 90 por ciento de sus reservas.
Actualmente hay dos sitios en América que aún almacenan armas químicas. Se espera que el Depósito Químico de Pueblo termine la destrucción en 2019, mientras que el Depósito del Ejército Blue Grass está programado para comenzar la destrucción de sus reservas en 2020.