En una carta dirigida a su clientela, Nancy Bass Wyden, actual propietaria de la célebre librería neoyorquina Strand y nieta de su fundador, pedía ayuda explicando que la crisis sanitaria ha hecho caer dramáticamente las cifras de venta, según la información publicada en el diario británico The Guardian.
La carta ha tenido el efecto de movilizar a los fieles del establecimiento que, en un fin de semana, recibió nada menos que 25.000 encargos por un valor cercano a los 200.000 dólares.
En una entrevista publicada en el Washington Post, Nacy Bass Wyden ha explicado que no piensa que «seamos tan solo una librería. Al menos para mí, este es un espacio de descubrimientos y un centro comunitario. Conseguir ayuda tan rápidamente es un reconfortante».
En su petición de ayuda publicada también en Twitter, Nancy Bass Wyden contaba la historia de la librería, creada por su abuelo Benjamin Bass en 1927 y heredada después por su padre, Fred Bass.
El negocio, escriben en el digital Rolling Stone, «situado hoy en Park Avenue, antaño conocida como Cuarta Avenida, es la última de las librerías que constituían el histórico Book Row», nada menos que 48 librerías instaladas a finales del siglo diecinueve en un segmento de la Cuarta y que fueron desapareciendo o trasladándose a otras direcciones hasta la década de 1960, cuando únicamente quedó Strand.
«Hemos sobrevivido a casi todo en noventa y tres años: a la Gran Depresión, las dos Guerras Mundiales, la llegada de las grandes cadenas de librerías, la aparición del libro digital… -ha escrito la señora Bass- Ahora, a causa del Covid-19 no podemos sobrevivir a la caída de la circulación peatonal, a la pérdida del turismo y al cierre total de los eventos que organizábamos en la librería».
Como curiosidad, entre la clientela que ha respondido a la llamada de Bass, una señora que vive en el Bronx ha hecho un encargo de 197 libros.
