Un estudio que corresponde a la sanidad española en cifras, alerta del tiempo de espera medio y del número de pacientes que aguardan hasta tener la fecha de la intervención que precisan en España.
El sector privado, defiende que con una inversión muy inferior a la que hace el estado (el gobierno aporta al sector sanitario en global 4.251 millones de euros y las comunidades autónomas en conjunto, suman más de 66.000 millones de gasto añadido), la gestión privada consigue que los hospitales bajo este modelo tengan listas de espera y tiempos mucho menores, resultado que, según el ámbito privado, es independiente de que sus hospitales puedan ser más pequeños o más manejables y atribuyen gran parte de su éxito a su modelo de gestión.
La media en el Sistema Público de Salud, (SNS) oscila entre los 100 a 105 días, es decir, tres meses y medio que contrasta con los 11 días de media en la sanidad privada. El sector privado asegura que con una inversión pequeña puede atender la demanda que tiene frente a la gestión de la seguridad social cuyo modelo está cuestionado. El modelo de gestión adolece de una gestión adecuada y por ello, aunque la sanidad pública consume el 5.6 % del PIB español, no se optimizan los recursos que existen y por tanto tampoco se reducen los costes.
La calidad asistencial y el modelo de gestión se ha puesto en marcha en los premios B.S.H.(Best Spanish Hospitals) para que sean valoradas las herramientas de aprendizaje y la colaboración público privada que debe mejorar para que la gestión interna de los centros garantice los estánderes de calidad.
El número de pacientes y las listas de espera, no se computan igual en todas las Comunidades Autónomas españolas, si bien, la tarea corresponde a cada comunidad y Sanidad, cuya titular en funciones, María Luisa Carcedo, asegura el criterio para contabilizar las listas de espera es homogéneo pero, cada una lo interpreta de una forma.
Tengo 73 años, y siempre he creido en la Sanidad Pública. Si bien es cierto que el problema de acceso al especialista es muy mejorable en la púbica, el acceso al especialista en la privada no es ninguna panacea cuando tratas de encontrar al especialista adecuado para algún problema esencial. Por otro lado, en cuanto a urgencias serias, de las de verdad, de las que requieren rapidez, análiticas inmediatas y otros medios, no hay comparación posible. Solo en la pública te están esperando con todos los medios existentes para salvarte. Eso sin contar con la cantidad de fraudes y graves problemas que aparecen de cuando en cuando causados por compañías que lo único que quieren es aumentar sus listas de abonados sin preocuparse de la calidad de los tratamientos. Por eso, hablar de la Privada como mejor opción ante la Pública de una manera generalista o concreta en asuntos como las listas de espera me parece que es una manera de vendernos una idea falsa. Para muestra, EEUU. Si España gasta algo más del 5,6 % del PIB en la pública y un 2,4 % aproximadamente en la privada, incluidos los gatos en dentistas y otro no cubiertos por la pública, lo que daría un total del 8 % aproximadamente del PIB el gasto en Salud de los españoles, en EEUU el gasto sanitario total es aproximadamente de un 15 % del PIB norteamericano, y tienen a una gran parte de la población sin protección médica total o parcial, y la primera causa de desahucios en dicho país es el coste sanitario del que enferma. Si no perteneces a las clases pudientes y tienes la desgracia de coger una enfermedad que requiera tratamientos no corrientes, aunque tengas seguros (no lo cubren todo) puedes despedirte de tu casa.
Por muchos fallos que podamos detectar en la Sanidad Pública española, que los hay y hay que solucionarlos, nunca podrá la privada ni de lejos cubrir las mismas necesidades que la pública. Yo propondría cuando se habla de estos temas que se plantearan al revés. Dejémos a la privada lo complejo, lo que necesita atención permanente y equipos muy espècializados (enfermos crónicos, enfermedades raras, tratamientos oncológicos, patologías muy severas, enfermos terminales, etc.),además de los edificios con instalaciones adecuados, y la aparatología necesaria, y exijamos los mismos resultados que hoy da la pública con el mismo coste, y quedémonos para la pública los catarros, los esguinces, las enfermedades de ir por casa, y ello con los ingresos de la privada. ¿A que no quieren el cambio las compañías de la privada?
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