«Ya está aquí, puede usted comprarlo y leerlo mañana. Gracias Mr. President». Con este tuit, que ha conseguido 90.839.083 retuits, Michael Wolf, autor del libro «Fire and Fury: Inside the Trump White House» (Fuego y Furia: En el interior de la Casa Blanca de Trump), ha anunciado el 4 de enero de 2018 que la salida de su obra al mercado, que se anuncia como “explosiva”, prevista inicialmente para el día 9 se adelanta al 5 de este mes, como respuesta a la petición presentada por los abogados del presidente estadounidense para que renunciara a su publicación.
Tras la aparición en la prensa de algunos extractos del libro, los abogados de Donald Trump enviaron el 4 de enero un correo electrónico al autor y a Steve Rubin, presidente de la editorial Henry Holt and Co. pidiendo que pararan inmediatamente la distribución, so pena de verse denunciados por difamación.
Horas antes, el propio Trump había denunciado en un tuit que el libro está “lleno de mentiras” y que él no había autorizado nunca que Michael Wolf entrara en la Casa Blanca, ni escribiera un libro”. Está claro que el cuasi analfabeto presidente de Estados Unidos cree que no existen más libros que los que se escriben por encargo. Para contar toda la verdad, hay que decir también que el mensaje del mandatario ha conseguido 86.598.659 retuits.
Por su parte, Michael Wolf, autor anteriormente de una biografía del magnate de los medios Rupert Murdoch, asegura que se entrevistó con el propio presidente y más de 200 personas de su entorno para escribir el libro.
Según lo difundido hasta hora, el libro de Michael Wolf se fija especialmente en cómo el entonces candidato republicano, y su equipo de campaña, se vieron sorprendidos por una victoria que nadie esperaba, y menos que nadie la actual “primera dama, Melania”, quien al parecer hasta lloró del disgusto.
También analiza este primer año de mandato, “como una forma de caos permanente. Describe a un presidente que siempre que puede se recluye en su habitación a las 18:30 horas con una cheesburger y los ojos fijos en las tres pantallas de televisión, a las que lanza oleadas de improperios, que van desde la falta de honestidad de los medios de comunicación a la escasez de lealtad de los miembros de su equipo” (Huffington Post).
Falta de preparación, secretos capilares, régimen alimenticio… El libro, del que varias agencias internacionales han conseguido un ejemplar antes de su llegada a las tiendas, está lleno de jugosas anécdotas, algunas de las cuales tienen contenido y repercusiones políticas en el delicado equilibrio diplomático mundial, como la acusación de “traición” que el exjefe de la campaña de Trump y posterior consejero estratégico despedido el 18 de agosto de 2017, Stephen Bannon (exoficial de la marina, empresario de medios audiovisuales y militante de extrema derecha), hace al hijo del presidente, Donald Trump Jr., por haberse entrevistado con personalidades rusas, entre ellas una abogada, cuyas revelaciones podrían haber influido no tanto en la victoria de Trump como en la derrota de Hillary Clinton.
Además, y siempre según los extractos publicados en el New York Times y otros diarios estadounidenses, la hija del presidente, Ivanka Trump, ha contado a sus amigos el secreto de la mata de pelo rubia de su padre: debajo solo hay una pequeña “isla” de cabellos producto de un implante, a la que rodea un círculo de pelo postizo hacia delante y en los lados, que se mantiene a base de laca fuerte. El color es cosa de Just for Men, un producto que tiende a oscurecerse con el tiempo: “La impaciencia es que hace ese color rubio anaranjado”.
Según el autor del libro, “desde hace mucho tiempo, Trump teme que le envenenen”, por eso le gustaba comer en McDonalds, “donde nadie le conocía y la comida era segura”.
Sin duda, a la vista de su primera reacción, lo que más ha molestado a Trump han sido las revelaciones de su exconsejero Bannon, al que sin duda debe mucho de su espectacular victoria en 2016 porque fue introdujo en sus discursos las dosis de populismo necesarias, del que ahora dice que “cuando le despedí, no solo perdió el trabajo, también perdió la razón”.