En el día mundial de la obesidad, el Ministerio de Sanidad alerta de un creciente aumento de esta enfermedad, sobre todo en la población infantil española, que ingiere comida basura, y recuerda que se va a poner en marcha el semáforo nutricional, para limitar la publicidad de determinados productos, a fin de alertar a los consumidores de lo que se considera saludable y perjudicial para su salud.
El semáforo nutricional arrancó en el Reino Unido, y ahora se extiende por toda Europa. A partir de enero de 2019 estará presente en todos los alimentos mediante etiquetado de colores. Se trata de un sistema ideado para poder entender el valor nutricional de los alimentos y que, de un vistazo, sepamos qué debemos evitar, qué estamos comiendo y cómo hemos abusado de la sal, el azúcar u otros nutrientes en el caso de padecer enfermedades crónicas. La iniciativa no ha sido seguida por Francia o Bélgica. que han adoptado el llamado Nutriscore, un sistema también de colores que explica el nivel nutricional de los alimentos sin entrar en categorías. En todo caso, ambos sistemas están a la espera de que la Comisión Europea determine la información nutricional adicional y homologue uno de los dos. Ni las sociedades científicas ni los profesionales avalan esta forma de indicar la nutrición.
Los datos del sobrepeso y de la obesidad están siendo alarmantes, aunque en España se sigue la dieta mediterránea. El abuso de pizzas, hamburguesas, comida rápida, fritos y la baja ingesta de frutas y verduras, propicia que la población infantil sea obesa en el futuro. Los alimentos con esta campaña serán clasificados por su contenido en grasas saturadas, sal, fibras, azúcar y calorías. De igual forma, la industria se ha comprometido a reducir de forma voluntaria el contenido de estos parámetros entre un 5 y un 28 % en más de 2000 alimentos, para mejorar la calidad de los mismos y los aspectos nutricionales.
Además, según ha comunicado la ministra María Luisa Carcedo, se va a modificar el código PAOS sobre la publicidad de los alimentos, dado que actualmente deben estar alineados con la OMS y son insuficientes para el público general, quien desconoce qué es correcto nutricionalmente hablando.
Por otro lado, la OCU ha alertado de que este tipo de formato de etiquetado por colores puede crear confusión, aunque reconocen que más del 90 % de los consumidores europeos lo ven claro y lo distinguen perfectamente. Este etiquetado, según la Organización de Consumidores y Usuarios, está manipulado por las grandes empresas Mondélez, Nestlé, Pepsico, Unilever y Coca Cola, de forma que estos no cumplen con los requisitos definidos en el reglamento europeo sobre información nutricional adicional y no consideran que es útil para elegir alimentos saludables.
El Etiquetado Nutricional Evolucionado (ENL) se basa en las porciones de consumo, y las cantidades son variables en función del producto, en vez de medirlo por cada 100 gramos. Se analizan las grasas, las grasas saturadas, la sal y el azúcar, y se les otorga un color, (verde, ámbar o rojo) según el contenido de los nutrientes, en función de si es bajo, medio o alto.
La OCU resalta que las llamadas porciones de consumo a nivel comunitario no son reales y dependen de muchos factores. Detrás de esta política quizá exista un engaño a los consumidores que desconocen del todo los valores nutricionales de los producto, añaden.
Los colores son los mismos que los de los semáforos, e indican: el contenido bajo de un nutriente, verde; si el contenido medio de un nutriente está en el límite, ámbar, y si es un exceso, rojo. Estos colores, que en principio se han ideado para conocer qué alimentos son saludables y cuáles tienen exceso de algún nutriente, actualmente están siendo ocultados por la industria y hay que fijarse en todos los ingredientes.
De igual forma, se reforzarán las estrategias de nutrición y actividad física para prevenir la obesidad, que alcanza al 17 % de la población española. Asimismo, en colegios, institutos y hospitales se impedirá la venta de alimentos y bebidas poco saludables que favorezcan la obesidad y no sean considerados saludables.
