Ucraniano, mejor que ucranio, es el nombre recomendado para referirse a los habitantes de Ucrania, tal como indica el Diccionario panhispánico de dudas.
En los medios de comunicación pueden verse frases como «Decenas de miles de ucranios claman por un pacto con la Unión Europea» o «Putin argumentó que el pueblo ruso y el ucranio son inseparables».
Si bien ambas formas son correctas, la Fundéu aconseja tener en cuenta la preferencia de la Academia por la forma ucraniano, de uso mayoritario en todo el ámbito hispano de acuerdo con la Academia y recogida en el apéndice de topónimos y gentilicios de la Ortografía de la lengua española.
Así pues, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «Decenas de miles de ucranios claman por un pacto con la Unión Europea» y «Putin argumentó que el pueblo ruso y el ucranio son inseparables».
Ver Víktor Yanukóvich, nombre del presidente de Ucrania
En español: crimeo, mejor que crimeano
Seguramente el último párrafo de la nota debió estar redactado así …..»Así pues, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «Decenas de miles de ucranianos claman por un pacto con la Unión Europea» y «Putin argumentó que el pueblo ruso y el ucraniano son inseparables»……………… A veces aquello que mas se utiliza no siempre es lo «correcto». En todo caso en el diccionario de la RAE se indica como similar. Decimos armenio y no armeniano, lituano y no lituaniano, porque no decir ucranio en vez de ucraniano, y unificar así formas tomadas posiblemente de otro idioma (ukrainian) sin considerar el español. En mi opinión «suena» mucho mejor ucranio que ucraniano, obviamente sobre esto puede haber muchas opiniones todas ellas muy válidas. En lo relativo a las «relaciones» entre el ucranio y el español es mucho lo que todavía hay por hacer, normalmente siempre se consideró el alemán, el inglés o el ruso para las transliteraciones dejandose de lado el idioma original. Por ejemplo: todos dicen Kiev («kief» en ruso) cuando deberíamos utilizar el ucranio («kyiv»). Estas formas han sido y son herramientas de dominación cultural que perduran en el tiempo.
Cordialmente
Jorge Danylyszyn