La primera exposición «Unseen» de Jessica Lange estuvo en el Centro Niemayer de Avilés en 2011 con ochenta fotos en exhibición. En 2013, una segunda «Unseen» con veintitrés fotografías tuvo lugar en Espacio Foto de Madrid. Ahora llega a Barcelona, al «Centre d’Arts Santa Mónica», un espacio para la promoción del arte moderno en todas sus manifestaciones, con 135 fotos en blanco y negro, la mayoría inéditas en España y algunas nunca expuestas en público, en una retrospectiva emblemática que recorre los últimos veinte años de la fotógrafa – actriz.
Jessica Lange, nacida en el estado de Minnesota, Estados Unidos, vino a Europa en 1967 con una beca de la Universidad de ese estado norteamericano. En París conoció al fotógrafo Paco Grande, hijo del científico Grande Covián. Él fue no solo su primer marido sino el primero en interesarla en la fotografía. Se casaron en 1970 y vivieron en España hasta su separación en 1973. Ella vuelve a Nueva York, estudia interpretación y en 1976 tiene la suerte de ser ‘descubierta’ por Dino di Laurentiis quién la contrata para un début con papel protagonista en «King Kong», al que seduce perdidamente, hasta hacer perder la cabeza al pobre gorila ficticio. Tres años más tarde volvió a seducir al mundo en el inolvidable musical «All that Jazz» de Bob Fosse y de nuevo con el más famoso remake de «El Cartero siempre llama dos veces» de 1981.
Su carrera cinematográfica la llevó a ganar dos Óscar, por «Tootsie» en 1983 y por «Blue Sky» en 1995. Minnesota. Jessica Lange. Expo Barcelona, Centre Santa Mónica.
Pero he aquí, que a principios de los años noventa, el actor, director y escritor Sam Sheppard, su pareja desde 1982, regala a Jessica una «Leica M6», y este hecho debe despertar en ella memorias del pasado, tan fuertes, que acaba retomando la fotografía como segunda actividad, al principio simplemente un hobby. Mientras viaja, toma fotos en Estados Unidos, México -su predilecto, por sus grandes luces y sus grandes noches- y varios países de Europa. Empezó a exponer sus fotografías en 2008, con gran éxito.
En España ha tenido exposiciones en la Sala San Benito de Valladolid, en el Centro Niemayer de Avilés, en la Casa de América y en Espacio Foto en Madrid. Se separó de Sheppard en 2011 y sigue en plena actividad a sus jóvenes sesenta y seis años, tanto en fotografía, ya como profesional, como en cine, televisión y teatro. En 2009 protagonizó en Broadway una adaptación de «La plaza del Diamante» de Mercè Rodoreda. En 2015 lleva rodadas dos películas, «The Gambler» y «Wild Oats».
Las secciones de la exposición.
Things I see -(1992-2008).
- ¿Qué son estas fotos? Le pregunta Anne Morin, comisaria de la exposición.
- Oh, things I see, cosas que veo, responde ella, una y otra vez como una letanía, como un leit motif, casi como un canturreo que va rodando solo. Y es que las fotos de Jessica no precisan de frases inútiles.
Punto y línea sobre plano, son los elementos fundamentales de su lenguage visual. Y si Kandinsky consideraba el punto como la forma más concisa del tiempo y la línea como su continuidad, el devenir de estas imágenes que se sitúan a la vuelta de apenas una centésima de segundo, no dependen más que de su instante decisivo, sin concesiones ni arrepentimientos. La poesía no se busca, hay que esperarla, porque si no, juega al escondite o se burla cambiando de rumbo. Es por lo tanto gracias a esta fracción, a esta inflexión en el tiempo de espera, que surge la imagen, en cualquier tiempo y en cualquier lugar. El tiempo y el lugar son los pre-textos, lo que importa es su permanencia.
Las fotografías de Jessica Lange son momentos, sin más pretensiones que hacer visible el movimiento de la vida. La frase de Stieglitz, el arte es lo que da cuenta de la vida y la vida, o lo que ella significa, se halla en todas partes, toma plena realidad en la fotografía de Jessica Lange. Ella, en sus recorridos, se ha encontrado con ella, aquí y allá, en lo sencillo, en lo común, en la nada.
México
Y, de repente, el negro inunda la imagen, el grano estalla, las líneas se difuminan, le tela de la pantalla se tensa.
México. ¡Que comience el espectáculo! Jessica Lange. En México. Expofoto centro Santa Mónica. Bcn
Furtiva, delicada, discreta, Jessica Lange entra en escena, está presente en la historia que nos cuenta, enfrentándose a la realidad, cuerpo a cuerpo, puesto que se trata de eso: del cuerpo. Ya no está en la espera, ni en la distancia. Está en una continuidad, la de una narración, o de una película.
Para empezar, dibuja y delimita los espacios que atraviesa, la vemos en su interior y al mismo tiempo fuera, separada del otro, por ese deseo de soledad que la envuelve. Separada también de las miradas que no se cruzan, que se rompen en los espejos, que se esconden detrás de una cortina de lluvia, o bien de las miradas de los enamorados, perdidos y ebrios, que se hablan únicamente mirándose a los ojos.
México revive en la hora del crepúsculo, en la penumbra, en ese espacio en el que la realidad, bajo una luz demasiado blanca, retoma aliento y estalla.
Es de noche, los cuerpos se confunden, se enlazan o se abandonan, como coreografías dirigidas por una mano invisible. Ella es quien las orquesta. De esos movimientos, surge la imagen. Jessica desvela lo que se escapa y hace subir a la superficie de la noche la luz de la sombra, como un pintor las formas de su modelo.
La profundidad de los negros, las formas voluptuosas, sensuales, flotantes, el olor de la noche, el alboroto de las músicas populares. Más que una serie de fotografías, México es un paseo por el diario de impresiones de Jessica Lange.
Los 5 días sin nombres, Chiapas. Jessica Lange. Carnaval en Chiapas. Expofoto Centre Santa Mónica. Barcelona
El Carnaval se celebra en todo el estado de Chiapas y es probablemente, el evento anual más importante. Dura trece días. Este festival celebra los cinco días perdidos del calendario maya; cinco días sin nombres, cuando se cree que el mundo se vuelve del revés. Se piensa que es un tiempo desafortunado o incluso peligroso. Ya no existen separaciones entre el mundo real y el mundo espiritual. La gente se permite darse todas aquellas cosas a las que la Cuaresma obligará a renunciar. Se disfrazan con trajes sofisticados, de monos, de lobos, de cualquier animal. Muchos hombres se disfrazan de mujeres.
Las fotografías expuestas se han tomado en los pueblos de Tenejape y San Juan Chamula. Al menos algunas de estas fotografías estuvieron en la exposición de 2012 en La Casa de América de Madrid, con el nombre de Secuencias de México.
Ficha de la Exposición:
