“Venganza bajo cero” (Cold pusuit”) del noruego Hans Petter Moland (“Aberdeen”, “Redención: Los Casos del Departamento Q”), es una revisión de su anterior película “Uno tras otro”, con el irlandés Liam Neeson (nominado al Oscar en 1993 por su papel en “La lista de Schindler”), en el rol del inquietante y vengativo sexagenario Nels.
Completan el reparto actores tan reconocidos como Laura Dern (“Jurassic Park”), Tom Bateman («Asesinato en el Orient Express») y Emmy Rossum (“El día de mañana”, “Shameless”).
Excelente e insólito thriller de mucha acción con toques de humor negro escrito por el reputado actor y guionista Frank Baldwin en el que, en una estación de esquí de Colorado, Nels, conductor de una máquina quitanieves, tras el asesinato de su único hijo en lo que parece una guerra de pandilleros y sin despertar la más mínima sospecha en su comunidad, emprende, armado de una rabia implacable y unos cuantos artefactos de artillería pesada, una venganza sin cuartel que le lleva a mezclarse en una guerra entre traficantes. A medida que van cayendo los dealers y los camellos de la banda de un individuo apodado Viking, Nels pasa del ciudadano modélico que era al justiciero de sangre helada que no deja que nada ni nadie se interponga en su camino.
Inteligente película muy entretenida, como toda la última producción del realizador Moland, en la que una violencia desenfrenada se alterna con momentos de asombrosa ternura, donde brilla el talento del gran actor que es Liam Neeson, “Venganza bajo cero” es una excelente combinación de violencia y humor en la demostración de un clásico: un ciudadano “ordinario” se ve forzado a enfrentar situaciones extraordinarias.
https://youtu.be/JbT_1oRV8Eo
No es un policía, ni un investigador, ni un agente especial… solo el conductor de una máquina quitanieves que en algún lugar muy lejano de la inmensa América, donde las praderas son sustituidas por nevadas montañas, protagoniza su propio “western” (es inevitable pensar en antecedentes como “Fargo”, y en Quentin Tarantino al disfrutar de los diálogos) en un relato que sin embargo es cinematográficamente muy europeo, tanto en el tono como en la forma, con un equilibrio perfecto entre ironía y violencia que, sin ninguna duda, van a disfrutar en este cálido verano los amantes del género.
