Según un estudio de la Universidad del Estado de Nueva York, basado en análisis de restos de ADN y hecho público el 29 de noviembre de 2017, «el Yeti», la misteriosa criatura de los altiplanos himalayos del Tibet, sería un simpático oso.
Tras analizar nueve fragmentos de huesos, trozos de piel, pelo y materias fecales recogidas en las montañas del Himalaya desde los años 1930 hasta la actualidad, y una vez analizado el ADN, uno de los restos ha resultado ser de un perro y los ocho restantes de dos osos negros asiáticos, osos pardos himalayos y osos pardos tibetanos.
Según la información publicada en Rollingstone.com, Charlotte Lindqvist, una de las autoras del estudio, asegura que «el Yeti es un oso que vive actualmente en la región, y realmente tiene poca importancia que sea cualquiera de los tres osos locales. El estudio demuestra que el mito del Yeti hunde sus raíces en hechos biológicos reales», y que no hay que seguir buscando más lejos.
¿Mito o realidad. Para la revista Futura Sciences, ambas cosas. Por una parte existe el mito, transmitido de generación en generación, del “misterioso hombre de las nieves”. Por otra, los investigadores de la Universidad del Estado de Nueva York, en Buffalo, acaban de aportar nuevas informaciones sobre la leyenda en el estudio inicialmente publicado en Proceedings of The Royal Society B.
Los análisis de los nueve fragmentos pertenecientes a museos y colecciones privadas, facilitados por la productora del documental “Yeti or Not”, realizado en 2016, no solo demuestran que pertenecen a diferentes osos de la zona, sino que también han aportado datos sobre la historia evolutiva de los osos de Asia, algunos de los cuales se encuentran actualmente amenazados de desaparición, como los osos pardos del Himalaya, pertenecientes a un línea que hace unos 650 000 años se separó de los restantes osos pardos durante una glaciación, por lo que evolucionó separadamente.